Los bomberos en California enfrentaban el domingo el desafío de fuertes vientos que podrían arrebatarles los pocos avances que han logrado en la lucha contra los feroces incendios forestales.
Los vientos están alcanzando los 80 kilómetros por hora (50 millas por hora), dijeron autoridades, agravando la situación de los incendios que ya han matado a 76 personas.
Mientras cientos de rescatistas hurgaban entre los escombros en el poblado de Paradise en busca de muertos, casi 1.300 personas siguen desaparecidas más de una semana después del estallido del fuego, dijo el comandante policial Kory Honea la noche del sábado.
El alguacil suplicó a los evacuados que revisen la lista de las personas reportadas como inaccesibles por familiares y amigos y llamen si están a salvo.
Las autoridades han localizado a cientos de personas hasta la fecha, pero el número general sigue creciendo porque se están agregando más nombres, incluidos los de las caóticas primeras horas del desastre, dijo Honea.
Un pronóstico de lluvia en los próximos días para el área devastada por incendios forestales en el norte de California se espera que ayude a controlar el fuego y a limpiar el aire.
El Centro de Predicción del Clima del Servicio Meteorológico Nacional pronosticó que unos 10 centímetros de lluvia podrían caer entre las últimas horas del martes hasta el viernes en las estribaciones de la Sierra, área donde se encuentra Paradise, la población que fue prácticamente consumida por el incendio Camp.
El sábado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó Paradise y consoló a algunas de las víctimas. "Nadie podría haber pensado que esto sucedería", dijo Trump a los reporteros, hablando en medio de restos carbonizados en un parque de casas móviles para personas mayores.
El presidente estuvo acompañado por los gobernadores saliente y entrante de California, ambos demócratas que han intercambiado acusaciones con el gobierno federal.
Trump también visitó el sur de California, donde los bomberos avanzaban en un incendio forestal que arrasó las comunidades al oeste de Los Ángeles, desde Thousand Oaks a Malibú, y causó la muerte de tres personas. En el sur de California, Trump también se reunió brevemente en un hangar del aeropuerto con familias y socorristas afectados por el tiroteo en el Borderline Bar & Grill en Thousand Oaks hace más de una semana.
El presidente prometió el apoyo total del gobierno federal para la recuperación del estado tras los incendios. El gobernador Jerry Brown y el gobernador electo, Gavin Newsom, le agradecieron por venir.
Se espera que los equipos de recuperación forense continuen tamizando a través de los restos carbonizados el domingo, confiando en el ADN para confirmar las identidades.
La lluvia también caerá sobre San Francisco, lo que ayudará a limpiar el aire lleno de niveles de humo poco saludables del Camp Fire, aproximadamente 175 millas (280 km) al norte.
Algunos eventos deportivos se cancelaron en el área de la Bahía de San Francisco el sábado, fueron cancelados luego de mediciones de aire insalubres de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés),reportaron el San Francisco Chronicle y otros medios. Las personas mayores y los niños fueron aconsejados a permanecer en el interior.
Pero la lluvia también traerá la posibilidad de deslaves en la zona. Patrick Burke, un meteorólogo del Centro de Predicción del Clima del Servicio Meteorológico Nacional en College Park, Maryland, dijo que aunque la lluvia traerá un alivio necesario a los bomberos y a la calidad del aire, "existe la posibilidad de que se produzcan deslizamientos de tierra peligrosos dondequiera que la vegetación se quemó en pendientes y colinas".
"...en cualquier lugar donde la vegetación se quema, no hay mucho para mantener el suelo y los escombros en su lugar", explicó Burke. El sur del estado también espera lluvias aunque en menor cantidad, unos 5 centímetros, incluido el sur de Sacramento donde arde el incendio Woolsey, que ha cobrado al menos tres vidas.
El sábado, dos antropólogas forenses de la Universidad de Nevada, Reno, ayudaron a los bomberos a clasificar los restos en el parque de casas móviles en el Paraíso.
Más de una semana después que comenzaron los incendios, los bomberos han logrado cavar líneas de contención en torno al 55 por ciento del perímetro del incendio Camp. El incendio Camp del norte de California ha destruido casi 10,000 hogares y ha incendiado 233 millas cuadradas (603 kilómetros cuadrados) de terrenos.
Además del costo en vidas humana, las pérdidas de propiedad causadas por el fuego lo convierten en el más destructivo de la historia de California, lo que plantea el desafío adicional de proporcionar refugio a largo plazo para miles de residentes desplazados.