El gobierno de El Salvador busca el apoyo del Congreso para aprobar una nueva cuarentena domiciliaria más estricta para contener el incremento de casos de coronavirus.
La propuesta de ley incluye la suspensión de tres garantías constitucionales: libertad de tránsito, de reunión y la movilidad de residencia. De acuerdo a la Comisionada Presidencial, Carolina Recinos, si no se toman medidas drásticas, la curva de contagios sobrepasará la capacidad del sistema de Salud.
"Estamos perdiendo muchas personas valiosas, nuestros médicos están muriendo, nuestras enfermeras están muriendo por defender la vida de las personas, porque no dejan de llegar persona contaminadas", dijo la funcionaria.
Según algunos parlamentarios de oposición, la normativa presentada por el Ejecutivo contrasta con lo ordenado por la Sala de lo Constitucional, al restringir los derechos fundamentales de la población, por lo que piden al presidente Nayib Bukele que sancione la ley aprobada por el Congreso que brinda, según sostienen, todas las herramientas jurídicas para enfrentar la pandemia.
"Para que el gobierno de la República pueda implementar cuarentenas y cordones sanitarios, para que puede evaluar la emergencia ocasionada por la pandemia y para que se pueda normar la reactivación económica, desde luego, en el contexto del respeto a los derechos humanos", dijo Orlando Cabrera Candray, diputado ARENA.
A la fecha, El Salvador supera los 6.000 casos confirmados de COVID-19 y reporta más de 160 muertes, en rango de edades que van de los 20 a los 60 años.