China agregó este viernes 1.290 muertes a su total de fallecidos de COVID-19 y añadió 325 casos nuevos a la lista.
La cifra de muertes corresponde solamente a la ciudad de Wuhan, donde apareció el nuevo coronavirus a fines del año pasado y es el lugar en China más afectado por la epidemia.
La nueva cifra llega en momentos en que crecen las denuncias de que las autoridades chinas buscaron minimizar el impacto del brote y desperdiciaron oportunidades para controlarlo antes de que se propagara incontrolablemente.
En Occidente persisten las sospechas de que China ocultó muchas cifras de la epidemia de coronavirus en el país, especialmente en Wuhan, donde estuvo muchos días en enero sin confirmar contagios ni muertos.
Incluso el presidente estadounidense, Donald Trump, cuestionó la transparencia de China, y el miércoles expresó escepticismo sobre su cifra de muertes.
"¿Verdaderamente ustedes se creen esos números en ese vasto país llamado China, y que tienen un cierto número casos y un cierto número de muertes? ¿Alguien se lo cree?”, dijo Trump.
También el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo el jueves al diario Financial Times que había zonas grises en la administración de la epidemia en China y que hay “claramente cosas que han sucedido que no sabemos”.
Lo que dice China
Según el Centro de Control de Enfermedades Epidémicas de Wuhan, la revisión obedeció a que algunos casos fueron erróneamente reportados en el punto más alto de la epidemia y hubo pacientes que murieron en sus casas porque no pudieron ser atendidos en hospitales.
Con el nuevo conteo, la cifra total de muertes por el coronavirus en Wuhan es ahora de 3.869 y en China en general 4.632. Los casos ascendieron a 50.333, después de los 325 agregados este viernes.