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Muertes por ataque con súper bomba en Afganistán sube a 92


El comandante militar en jefe en Afganistán, John Nicholson, dijo que el ataque fue coordinado con el gobierno afgano y que fue tácticamente correcto.
El comandante militar en jefe en Afganistán, John Nicholson, dijo que el ataque fue coordinado con el gobierno afgano y que fue tácticamente correcto.

Autoridades afganas dijeron que el número de militantes de ISIS muertos por la explosión de la “madre de todas las bombas” lanzada por Estados Unidos se había triplicado.

Según las autoridades habrían fallecido al menos 92 militantes, más de la cifra de 36 reportada el viernes, el área todavía está siendo despejada por lo que la cifra de muertos podría ir en ascenso.

Hasta el momento no hay indicios que hubieran militares o civiles entre los muertos.

El presidente afgano, Ashraf Ghani, dijo que Afganistán y las fuerzas estadounidenses coordinaron muy de cerca el ataque, sin embargo su predecesor ha denunciado fuertemente el ataque y a Estados Unidos.

El exmandatario afgano, Hamid Karzai, dijo el sábado que él está dirigiendo una campaña para expulsar de su país a las fuerzas estadounidenses por haber lanzado la llamada “madre de todas las bombas” en suelo afgano, llamándolo un hecho barbárico, que más que nada tuvo la intención de probar “una nueva arma de destrucción masiva”, que impactar a combatientes del Estado islámico.

"He decidido como individuo llevar a EE.UU. fuera de Afganistán. Si alguien se une a mí o no, he decidido evitar la crueldad estadounidense (contra los afganos). No sólo están matando a nuestro pueblo, sino destruyendo el medio ambiente e irrespetando nuestro honor ", dijo Karzai en una reunión en Kabul.

La crítica de Karzai ha hecho eco por Hazrat Omar Zakhilwal, embajador de Afganistán en Pakistán, quien tuiteó "Considero que el uso de la bomba no nuclear más grande, la llamada ‘madre de todas las bombas’, en nuestro suelo es reprobable y contraproducente. Si las bombas grandes fueran la solución, seríamos hoy el lugar más seguro en la tierra".

El palacio presidencial afgano respondió a las críticas del sábado en su cuenta oficial de Twitter. “Todos los afganos tienen derecho a expresar su opinión. Este es un país de libertad de expresión.

Por su parte, el ministro de Reformas de Seguridad, Amrullah Saleh, defendió el ataque del jueves.

“Destruyendo pocas redes de túneles y cuevas notorias junto con decenas de terroristas para salvar “la vida del personal de la Defensa Nacional Afgana y Fuerzas de Seguridad (ANDSF, por sus siglas en inglés) fue una sabia decisión táctica, dijo a través de un tuit Saleh, un exjefe de espionaje afgano.

Las fuerzas estadounidenses arrojaron la bomba GBU-43 de nueve metros de largo y alrededor de 10 toneladas de peso sobre el distrito de Achin en la provincial de Nangarhar la noche del miércoles. El ataque fue descrito como parte de una campaña para destruir al grupo de Khorasan del Estado islámico, un capítulo local de ISIS.

El general John Nicholson, comandante militar en jefe en Afganistán, dijo el viernes que sus fuerzas habían coordinado el ataque con el gobierno afgano “desde que empezamos la operación a comienzos de marzo”.

Nicholson dijo que las circunstancias en el terreno justificaban el uso del arma no nuclear más poderosa jamás utilizada por el ejército estadounidense.

“Esta munición, esta arma fue la correcta contra este objetivo”, agregó. “El enemigo tenía creado búnkers, túneles y un extenso mini campo y esta arma fue usada para reducir todos estos obstáculos de tal manera que podríamos continuar nuestra ofensiva hacia el sur de Nangarhar”.

El jueves se preguntó al presidente de EE.UU., Donald Trump, si el ataque en Afganistán tuvo la intención de enviar un mensaje al líder norcoreano Kim Jong Un, quien está presumiblemente preparado para realizar una nueva prueba de armas nucleares tan pronto como este fin de semana. Pero Nicholson insistió en que la decisión estuvo basada solamente en análisis sobre las condiciones en Nangarhar.

"Fue el momento adecuado para usarlo tácticamente, contra el blanco correcto en el campo de batalla", manifestó Nicholson. También agregó que la operación contra el Estado islámico en Nangahar ha liberado más de 400 kilómetros cuadrados desde su inicio.

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