La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, dijo, durante la presentación del Informe sobre Libertad Religiosa Internacional, que la actual represión y violaciones de la libertad religiosa en todo el mundo envalentona a los extremistas y alimenta los enfrentamientos sectarios.
“El odio y la intolerancia son desestabilizadores" afirmó Clinton. "Cuando los gobiernos reprimen la libertad de expresión religiosa, cuando políticos o figuras públicas tratan de usar la religión como un tema de presión o cuando las sociedades no toman medidas para censurar la intolerancia y para disminuir la discriminación basada en la identidad religiosa, envalentonan a los extremistas y alientan la violencia sectaria”.
En el informe sobre libertad religiosa, Estados Unidos cataloga a Birmania -la ex Myanmar-, China, Eritrea, Irán, Corea del Norte, Arabia Saudita, Sudán y Uzbekistán como los peores ofensores del mundo.
Críticas a Irán, China y Eritrea
Al presentar el informe, la secretaria de Estado dijo que “la protección de la libertad de religión es una preocupación fundamental de Estados Unidos desde los comienzos de la nación como república y lo sigue siendo hoy”.
Recordó que en diferentes lugares del mundo, “vemos muchos países cuyos gobiernos le niegan a sus habitantes el más fundamental de los derechos humanos: el derecho a creer de acuerdo con su propia conciencia, incluyendo el derecho de no creer o no seguir la religión apoyada por el gobierno, sin discriminación, arrestos ni violencia”, así como “el derecho de educar a sus hijos en sus propias tradiciones religiosas; y el derecho de expresar sus creencias”.
La jefa de la diplomacia estadounidense criticó a “las autoridades de Irán, que continúan reprimiendo a los musulmanes sufi, a los evangélicos cristianos, judíos, bahais, sunitas y ahmadis, y otros que no compartes los puntos de vista religiosas que sostiene el gobierno”.
La lista incluye a China, donde la secretaria Clinton dijo que “los budistas tibetanos, musulmanes uighures, y los cristianos practicantes en sus hogares, sufren los intentos del gobierno por reprimir sus prácticas religiosas”.
También en Eritrea, “donde el año pasado un cristiano evangélico de 43 años murió en prisión, torturado por 18 meses y sin recibir tratamiento por malaria, sólo por negarse a renunciar a su creencia religiosa”.
La secretaria Clinton se refirió también a las situaciones que aún se viven en países como Irak, donde algunos ataques motivados por diferencias religiosas amenazan afectar el proceso de transición. Así también en medio oriente y el norte de África, donde la transición a la democracia “inspira al mundo, también expone que las minorías étnicas y religiosas enfrentan nuevos peligros”.
La secretaria Clinton insistió en que “llevar luz sobre las violaciones de la libertad de religion, tal como las que he mencionado, es uno de los objetivos de este informe”.
Por lo tanto, “el gobierno de Estados Unidos, continuará en sus esfuerzos de apoyar la libertad de religión”.
Clinton presentó el informe después de las declaraciones del secretario de Estado adjunto para Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, Michael Posner, y la embajadora en Misión Especial para la Libertad Religiosa Internacional, Suzan Johnson Cook.
El Informe Anual sobre Libertad Religiosa Internacional se refiere al estatuto jurídico de la libertad religiosa en más de 190 países y territorios alrededor del mundo.
La Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998 también establece que la designación de los países de especial preocupación, aquellos cuyos gobiernos han practicado o tolerado, sistemáticas violaciones sobre la libertad religiosa.