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Colombia cita al ELN a nueva reunión en enero en busca de retomar agenda de diálogo y cese al fuego


El presidente de Colombia, Gustavo Petro, saluda durante una ceremonia para conmemorar el octavo aniversario de la firma del acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC en Bogotá, Colombia, el jueves 21 de noviembre de 2024.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, saluda durante una ceremonia para conmemorar el octavo aniversario de la firma del acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC en Bogotá, Colombia, el jueves 21 de noviembre de 2024.

La delegación de Gobierno en la mesa de diálogo con el ELN anunció una nueva reunión en 2025 para evaluar el proceso de paz con esa guerrilla.

El gobierno colombiano reafirmó el lunes la voluntad de lograr un consenso con el Ejército de Liberación Nacional en busca de reanudar los diálogos suspendidos desde septiembre con esa guerrilla tras un ataque contra militares y convocó a la insurgencia a una reunión el próximo 25 de enero.

La nueva reunión tendrá como objetivo retomar la agenda de la mesa de negociación y evaluar si es posible reactivar el cese al fuego bilateral, suspendido desde agosto en medio de crecientes tensiones, informó en un comunicado la delegación de paz del gobierno colombiano.

Voceros del gobierno del izquierdista Gustavo Petro y del ELN sostuvieron una reunión extraordinaria desde el 19 de noviembre hasta el lunes en Caracas, una de las sedes del diálogo itinerante junto a Ciudad de México y La Habana.

Petro activó la mesa de negociación con el ELN en noviembre de 2022 tras asumir el poder como parte de su política de “paz total” con la que promueve diálogos de paz con los grupos al margen de la ley en el país. Se trata del sexto intento de un gobierno colombiano de hacer la paz con el ELN, alzado en armas desde 1964.

Las reuniones extraordinarias han sido el mecanismo de las partes para buscar salidas a la más honda crisis del diálogo que fue suspendido por el gobierno colombiano en septiembre en protesta por el ataque con explosivos en el que murieron tres militares, pero que ya estaba en aprietos desde meses antes especialmente luego de que el ELN reprochó al gobierno la apertura de un diálogo paralelo con una escisión de la guerrilla.

La delegación gubernamental se ha mostrado optimista en el avance de las reuniones en Caracas, pero sin prometer resultados expeditos.

“Esa imperiosa necesidad (de cesar la violencia) no debe llevarnos a ceder a la tentación de producir resultados a toda costa... Se requiere mantener el balance entre la paciente construcción y la urgencia de los resultados en materia de paz”, agregó el comunicado.

El senador Iván Cepeda, uno de los negociadores de la delegación del gobierno, aseguró que las conversaciones van por buen camino y que, a su juicio, significan que ya están reactivando el diálogo formal con el ELN.

“En la práctica ya llevamos dos reuniones y vamos para una tercera, en la práctica los diálogos se reiniciaron y estamos ya trabajando”, dijo Cepeda a The Associated Press. “Lo nuevo es que vamos a entrar a ver temas de agenda, es decir, seguir desarrollando las discusiones de cese al fuego y participación”, puntualizó.

La delegación de paz gubernamental indicó que el lugar de la próxima reunión en enero está por definirse.

Para Elizabeth Dickinson, analista senior para Colombia del International Crisis Group, será relevante en el proceso de diálogo con el ELN lo que ocurra el próximo 10 de enero en Venezuela, día de la toma de posesión presidencial, debido a que se definirá si Nicolás Maduro asumirá un tercer mandato luego de las controvertidas elecciones presidenciales.

“Detrás de todas las conversaciones en este momento (con el ELN) está la situación política de Venezuela. Para el ELN, Caracas es un factor fundamental y en medio de la incertidumbre sobre su posesión el 10 enero es muy difícil imaginar un escenario en el que avance ese proceso” de diálogo, aseguró a AP Dickinson.

Venezuela además de ser un país garante en la mesa de negociación, juega un papel fundamental debido a que el ELN tiene presencia en la zona fronteriza.

El anterior gobierno del conservador Iván Duque (2018-2022), denunció entonces que tanto el ELN como otros grupos armados operaban y se “refugiaban” del lado venezolano. Maduro lo negó y dijo que combatía a los grupos criminales colombianos.

Pese a que las partes han sostenido dos jornadas de reuniones extraordinarias en Caracas desde la suspensión, en territorio colombiano han continuado los enfrentamientos de la guerrilla con militares y otros ataques con explosivos que las autoridades han atribuido al ELN, el último de ellos ocurrido el domingo contra una base militar en Arauca, departamento fronterizo con Venezuela, que no dejó víctimas.

Las continuas crisis en la mesa de diálogo han puesto en peligro su continuidad y también han tomado tiempo valioso en la negociación. Mientras el ELN pareciera no tener prisa en lograr un acuerdo final pronto, el presidente Petro advirtió a la guerrilla que el tiempo de hacer la paz es finito y que, por tanto, no cree que en un próximo gobierno que lo suceda en el poder logre un acuerdo de paz.

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