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¿Cómo sería la política de Trump y Biden sobre Ucrania durante el segundo mandato?


Los equipos de rescate y los agentes de policía transportan a una persona herida en una camilla hasta una ambulancia desde un edificio destruido por un ataque aéreo ruso en Járkov, Ucrania, el 10 de junio de 2024.
Los equipos de rescate y los agentes de policía transportan a una persona herida en una camilla hasta una ambulancia desde un edificio destruido por un ataque aéreo ruso en Járkov, Ucrania, el 10 de junio de 2024.

Expertos en política exterior debaten sobre los posibles escenarios para la política de Estados Unidos hacia Ucrania, dependiendo de quién gane las elecciones presidenciales este año.

Los expertos en política exterior difieren sobre la dirección que tomará la política de Estados Unidos en Ucrania si Donald Trump regresa a la Casa Blanca. Las predicciones van desde un apoyo más sólido de EEUU hasta una fuerte presión sobre Kiev para que ceda el territorio perdido hasta ahora.

Si Biden gana la reelección, dice la mayoría, la política en Ucrania probablemente se mantendrá prácticamente sin cambios, con la posibilidad de sanciones aún más fuertes contra Rusia.

Declaraciones vagas y contradictorias

La posición de Trump sobre la guerra de Rusia contra Ucrania ha sido vaga, contradictoria y quizás en evolución.

El 22 de febrero de 2022, apenas dos días antes de que Rusia lanzara su invasión a gran escala de Ucrania, Trump calificó las medidas del presidente ruso Vladimir Putin contra Ucrania de "astutas" y "geniales".

Al año siguiente, durante una asamblea pública de CNN en mayo de 2023, Trump no quiso decir cual lado quería que ganara, o comprometerse a brindar más apoyo militar a Ucrania.

"Estamos regalando tanto equipo que no tenemos municiones para nosotros en este momento", dijo.

Trump le dijo a Fox News en julio de 2023 que le diría al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy: "No más. Tienes que llegar a un acuerdo", mientras le decía a Putin: "Si no llegas a un acuerdo, les daremos mucho. Les daremos más de lo que alguna vez recibieron, si es necesario”.

En abril de este año, Trump escribió en su plataforma Truth Social: “¿Por qué Europa no da más dinero para ayudar a Ucrania? … ¿Por qué Europa no puede igualar o equiparar el dinero aportado por los Estados Unidos de América para ayudar a un país que lo necesita desesperadamente? Como todos coinciden, la supervivencia y la fuerza de Ucrania deberían ser mucho más importantes para Europa que para nosotros, pero también lo son para nosotros ¡MUÉVANSE EUROPA!”

También en abril, The Washington Post detalló lo que llamó el “plan secreto y de largo plazo de Trump para poner fin a la guerra en Ucrania”, e informó que incluía presionar a Ucrania para que cediera Crimea y la región de Donbás a Rusia.

Sin embargo, en mayo, el periódico informó que Trump, durante un evento de recaudación de fondos, había “sugerido que habría bombardeado Moscú y Beijing si Rusia invadiera Ucrania o China invadiera Taiwán”.

Un puente destruido sobre el río Siverskyi-Donets en la aldea liberada de Bogorodychne, Ucrania, el miércoles 12 de junio de 2024. (Foto AP/Evgeniy Maloletka)
Un puente destruido sobre el río Siverskyi-Donets en la aldea liberada de Bogorodychne, Ucrania, el miércoles 12 de junio de 2024. (Foto AP/Evgeniy Maloletka)

Aun así, los expertos que hablaron con la VOA señalaron que Trump tiene asociaciones personales desagradables con Ucrania.

Su llamada telefónica de julio de 2019 con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy condujo al primer juicio político de Trump por acusaciones de que buscó indebidamente ayuda de una potencia extranjera para aumentar sus posibilidades de reelección. En febrero de 2020, una mayoría del Senado liderado por los republicanos lo absolvió.

Por otro lado, algunos expertos creen que a Trump no le gustaría ser visto como un presidente que perdió una guerra.

"Sabemos que Trump se percibe a sí mismo como un hombre fuerte y no quiere que se le asocie con el fracaso de la política exterior", dijo John Herbst, ex embajador de Estados Unidos en Ucrania y ahora director senior del Centro Eurasia del Atlantic Council. "Y una victoria rusa en Ucrania si Trump es presidente se parecería mucho a un fracaso en política exterior”.

Dos alas del Partido Republicano

El Partido Republicano está dividido sobre la guerra de Rusia contra Ucrania y el apoyo al asediado país.

Una facción pro-Trump, informalmente denominada ala MAGA (Make America Great Again), ve a Rusia como una “potencia en decadencia”, por lo tanto, cree que la guerra “debe resolverse lo más rápido posible para que no agote los recursos de seguridad de Estados Unidos", dijo a la VOA Sergiy Kudelia, profesor asociado de ciencias políticas en la Universidad Baylor de Texas.

La otra facción republicana busca un apoyo más sólido para que Ucrania derrote a Rusia.

Si esa segunda ala prevalece, dijo Kudelia, una segunda administración Trump podría brindar a Ucrania incluso más apoyo que la administración Biden.

Posibles pistas de cómo una nueva administración Trump abordaría la política entre Rusia y Ucrania se pueden encontrar en los planes presentados por dos proyectos de políticas pro-Trump. Uno de ellos es el Proyecto 2025, también conocido como Proyecto de Transición Presidencial, elaborado por la Heritage Foundation, con sede en Washington.

En su “Mandato de Liderazgo”, el Proyecto 2025 favorece un enfoque entre “aislacionismo e intervencionismo”:

“Más bien, cada decisión de política exterior debe plantearse primero la pregunta: ¿Qué es lo que interesa al pueblo estadounidense? La intervención militar estadounidense debe claramente corresponder a sus intereses; ser fiscalmente responsable; y proteger la libertad y la soberanía estadounidenses, reconociendo al mismo tiempo a la China comunista como la mayor amenaza a los intereses estadounidenses. Por lo tanto, con respecto a Ucrania, la continua participación de Estados Unidos debe pagarse en su totalidad; limitado a la ayuda militar (mientras los aliados europeos abordan las necesidades económicas de Ucrania); y tener una estrategia de seguridad nacional claramente definida que no ponga en riesgo vidas estadounidenses”.

El otro plan, propuesto por el America First Policy Institute, condicionaría la futura ayuda militar estadounidense a Ucrania a que sus líderes entablen conversaciones de paz con Rusia:

“Específicamente, significaría una política formal de Estados Unidos para buscar un alto el fuego y una solución negociada al conflicto de Ucrania. Estados Unidos continuaría armando a Ucrania y fortaleciendo sus defensas para garantizar que Rusia no haga más avances y no vuelva a atacar después de un alto el fuego o un acuerdo de paz. Sin embargo, la futura ayuda militar estadounidense requerirá que Ucrania participe en conversaciones de paz con Rusia”.

Por su parte, Michael Kimmage, profesor de historia y jefe de departamento de la Universidad Católica de América en Washington, dijo a la VOA que es difícil predecir cómo un Trump reelegido conduciría su política hacia Rusia y Ucrania:

"Es simplemente una persona que cambia de opinión a menudo y a menudo responde de manera bastante emocional a los acontecimientos, a veces en su vida personal, a veces en la política interna, a veces en los asuntos internacionales. Creo que es justo decir que la presidencia de Trump sería una montaña rusa”.

¿Qué pasa con un segundo mandato de Biden?

Desde que Rusia lanzó su invasión a gran escala en febrero de 2022, el Congreso de EEUU ha proporcionado 175.000 millones de dólares en ayuda a Ucrania a petición de la administración Biden. Washington ha impuesto numerosas sanciones a Rusia y ha liderado el Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania, una coalición de unos 50 países que coordinan la asistencia militar.

En su discurso del 6 de junio, en el 80º aniversario del asalto aliado a Normandía, Biden comparó la lucha contra Putin con la lucha contra Hitler en la Segunda Guerra Mundial.

Biden dijo en diciembre pasado, mientras instaba al Congreso a aprobar fondos para apoyar a Ucrania, que no hacerlo envalentonaría a otros posibles agresores y alentaría a Putin para atacar a un país de la OTAN, que Estados Unidos está comprometido a defender:

"Entonces tendremos algo que no buscamos y que no tenemos hoy: tropas estadounidenses luchando contra tropas rusas".

Recientemente, la administración Biden eliminó parcialmente las restricciones al uso de armas proporcionadas por Estados Unidos contra objetivos militares en Rusia.

Kimmage dijo que, en un segundo mandato, la administración Biden probablemente mantendría su política actual de proporcionar ayuda militar a Ucrania. Sin embargo, dado que tendría menos consideraciones políticas en su último mandato, la administración Biden podría ser más agresiva al imponer sanciones contra Rusia:

"No es que estén determinando su política exterior en función de las elecciones de una manera cruda, pero hay límites y restricciones, y serían muy diferentes en un segundo mandato en el que Biden ya no pueda postularse para la reelección en 2028. Entonces, sería un poco más libre".

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