Nueva York se ha transformado en una ciudad fantasma con apenas unos cuantos residentes caminando por sus calles para salir a trabajos esenciales o a buscar comida. Cinco hispanos de la Gran Manzana cuentan cómo el coronavirus les cambió la vida.
Nueva York se ha transformado en una ciudad fantasma con apenas unos cuantos residentes caminando por sus calles. Cinco hispanos de la Gran Manzana cuentan cómo el coronavirus les cambió la vida. Ronen Suarc les entrevistó.