Los jueces de la Corte Penal Internacional en La Haya encontraron evidencia razonable para emitir órdenes de arresto por presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, incluidos exterminio, asesinato, toma de rehenes, violación y tortura contra el comandante de Hamas, Mohammed Deif, que se cree está muerto, y contra otros dos dirigentes que fueron eliminados. También acusó de crímenes de guerra contra la población civil en Gaza, como el uso del hambre como arma, asesinato, persecución y otros actos inhumanos, al primer ministro Israelí Benjamin Netanyahu y a su anterior ministro de defensa, Yoav Gallant.

"Se trata de un acto antisemita que tiene un único objetivo: disuadirme, disuadirnos, de ejercer nuestro derecho natural a defendernos de nuestros enemigos que se alzan contra nosotros para destruirnos. Acusar al Estado de Israel de "genocidio" mientras nosotros nos esforzamos por defendernos de un enemigo que intenta cometer genocidio contra nosotros", comentó Benjamin Netanyahu, Primer ministro israelí.

Dependerá de los 124 estados miembros, de los cuales Palestina hace parte, pero donde no se cuentan Israel ni Estados Unidos, para ejecutar estas órdenes.

"Esperamos que estas investigaciones se apliquen completa y rápidamente y estamos seguros de que algún tribunal vendrá y cuestionará y debilitará al tribunal, como hemos escuchado hoy en las amenazas contra el tribunal. Pero también sabemos que hay países que ya se han pronunciado y han dicho que se mantendrán firmes y respetarán lo que ha dicho el tribunal”, dijo Ammar Hijazi, Embajador de Palestina en Holanda.

Estados Unidos no tiene jurisdicción sobre esta orden de arresto y la vocera de la Casa Blanca rechazó la decisión.

“Rechazamos rotundamente la decisión del tribunal de emitir una orden de arresto contra altos funcionarios israelíes”, aseguró Karine Jean-Pierre, Vocera de Casa Blanca.

Por su parte, el Secretario General de la ONU, a través de su vocero dijo que respeta el trabajo y la independencia del tribunal. La orden de arresto contra el primer ministro de Israel afectará la forma de comunicación con funcionarios de la ONU.

“La regla es que no debe haber ningún contacto entre funcionarios de la ONU y personas sujetas a órdenes de arresto, pero las directrices también reconocen claramente que tales contactos, especialmente por parte de altos funcionarios de la organización, pueden requerirse para abordar cuestiones fundamentales”, agregó Stéphane Dujarric, Vocero del secretario general de la ONU.

Según expertos en el tema, esto limita los viajes al exterior que el primer ministro israelí pueda realizar a jurisdicciones donde el tribunal penal internacional pueda hacer cumplir el arresto.