Ser periodista no solo es peligroso en zonas de conflicto sino también en países donde la corrupción y el crimen organizado están a la orden del día creando el ambiente idóneo para matar impunemente.
Esto se refleja en la edición 2017 del Indice Global de Impunidad del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), donde según el último reporte, 12 países integran la lista con mayores casos no resueltos de asesinatos de periodista.
Entre ellos figuran Somalia, Siria e Irak con el mayor número de asesinatos a periodistas y cuyos crímenes han quedado impunes en los últimos 10 años. El hemisferio occidental no queda fuera de la lista siendo México y Brasil, los países que en el último decenio han presentado mayores casos no resueltos de este tipo de crímenes.
Durante el decenio en el que el CPJ ha publicado el Índice Global de Impunidad, el puntaje de impunidad de Somalia se ha disparado en 198 %.
Otros países en los cuales el puntaje de impunidad aumentó en la mayor proporción durante el último decenio fueron México (142 %), Pakistán (113 %) e India (100 %). Siria (subió 195 %) y Brasil (subió 177 %) experimentaron enormes incrementos en el puntaje de impunidad a pesar de no aparecer en el índice todos los 10 años.
Además de Afganistán, cuatro países que han figurado en el índice han salido de él en varios momentos desde 2008. Ellos son Colombia, Sierra Leona, Sri Lanka y Nepal. Su salida del índice se atribuye principalmente a la reducción de la violencia como resultado del fin de conflictos civiles y no al logro de condenas.
El índice de impunidad se publica cada año para conmemorar, el dos de noviembre, el Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas y calcula el número de asesinatos no resueltos de periodistas en un período de 10 años como un porcentaje en relación con la población de cada país.
Para la edición correspondiente a este año, el CPJ analizó los asesinatos de periodistas que ocurrieron en cada país entre el 1 de septiembre de 2007 y el 31 de agosto de 2017. Únicamente aquellas naciones con cinco o más casos no resueltos en este período fueron incluidas en esta edición del índice
En México
En el último decenio fueron asesinados 21 periodistas siendo responsables en la mayoría de los casos los grupos de narcotraficantes.
Las víctimas han sido periodistas locales que informaban sobre la delincuencia, la corrupción y la política en estados dominados por los carteles del narcotráfico.
A pesar que hubieron avances que incluye el compromise del presidente Enrique Peña Nieto, solo en 2017 al menos cuatro periodistas fueron asesinados por ejercer su profesión. El caso más emblemático es el del periodista investigativo Javier Valdez Cárdenas, quien dedicó su vida a contar las historias de las víctimas de la guerra del Gobierno mexicano contra las drogas.
Valdez Cárdenas fue sacado de su auto y asesinado a tiros en Culiacán, estado de Sinaloa el 15 de mayo de 2017.
En Brasil
En el pasado decenio fueron asesinados 15 periodistas siendo los responsables funcionarios gubernamentales y grupos criminales.
Por lo general, el blanco eran periodistas que informaban sobre la corrupción, la delincuencia y la política en zonas del interior del país.
Desde el 2009, Brasil ha presentado notorios avances porque no se han producido nuevos asesinatos de periodistas, pero los procesos para enjuiciar a los responsables han quedado estancados.
No se ha sentenciado a ningún acusado por un asesinato de periodista desde 2015, cuando el pistolero que perpetró el asesinato del fotógrafo Walgney Assis de Carvalho y del reportero Rodrigo Neto fue condenado.
Carcvalho fue asesinado en 2015 mientras presentaba su programa radial, donde criticaba abiertamente a la policía y a los políticos locales.