Dos presos políticos cubanos se declararon en huelga de hambre para presionar al Gobierno por la excarcelación de 11 disidentes que se niegan a aceptar una oferta de libertad a cambio de marcharse al exilio, dijo una disidente.
El presidente Raúl Castro prometió el año pasado a la Iglesia Católica que liberaría a 52 opositores reclamados por Amnistía Internacional a condición de que se marchen de Cuba. Los 11 que se niegan a exiliarse permanecen en prisión.
“Están presos por delitos que el gobierno de Cuba llama contrarrevolucionarios pero es inquietante que, al tiempo que el Gobierno continúa excarcelando a otros presos por otros temas, mantiene todavía en las prisiones a 11 prisioneros de conciencia (...) pareciera que son rehenes del régimen que pretende seguir enviando toda clase de presos hacia España”, dijo Elizardo Sánchez, líder de la Comisión cubana de Derechos humanos a Radio Francia Internacional.
Dos de ellos, Diosdado González y Pedro Argüelles, comenzaron el 1 de febrero una huelga de hambre en sus celdas. El 28 de enero había empezado un ayuno la esposa de González, Alejandrina García.
El Gobierno cubano ha dicho que las excarcelaciones son una decisión "soberana" y que no aceptará presiones ni chantajes.