González Marrero fue contactado en la prisión por el obispo Manuel Hilario de Céspedes, quien le pidió que depusiera la protesta. El activista encarcelado accedió y pidió a su esposa que hiciera lo mismo.
El domingo, las Damas de Blanco, Berta Soler y Laura Pollán, habían pedido a García de la Riva que abandonara la huelga de hambre que comenzó hace 11 días en su domicilio, en Perico, Matanzas.
García de la Riva dijo que estaba dispuesta a seguir la huelga, pero decidió aceptar el pedido de su esposo. No obstante, dijo que aún tiene la voluntad de poner en riesgo su vida si su marido no es puesto en libertad.
González Marrero está confinado en la cárcel de Agüica en Matanzas, cerca de su hogar. Fue arrestado durante la Primavera Negra del 2003, y aunque el gobierno comunista prometió liberarlo, sigue tras las rejas por rechazar la propuesta de las autoridades cubanas de vivir en el exilio.
El pasado viernes, el régimen del general Raúl Castro excarceló a Guido Sigler Amaya, quien se encuentra en su hogar en Pedro Betancourt, Matanzas.
