La oficina de investigación del FBI anunció que el número de crímenes por odio cometidos en 2009 en Estados Unidos ha descendido respecto al año anterior.
La agencia publicó su informe anual donde especifica que en 2009 se produjeron alrededor de 6.600 crímenes por odio, 1.200 menos que en 2008.
Esa disminución ha estado también presente en el colectivo de origen hispano, pese a que todavía protagoniza el 62,4% de todos los casos de violencia por motivos étnicos.
El 50% de los casos está motivado por el odio racial, seguido del odio religioso con un 20%, el odio de género en el mismo porcentaje y un 10% por el odio étnico o de nacionalidad.
Un 70% de los casos de crímenes por odio religioso responden a ofensas y prejuicios antisemitas.
El FBI también asegura en su informe que el 60% de los culpables investigados eran de raza blanca, y cerca del 19%, afroamericanos. La mayoría de los crímenes ocurrieron como consecuencia de asaltos, mientras menos del 2% de los sucesos involucran casos de asesinato o violación.
Las víctimas a quienes se dirigen estos crímenes están motivadas por el odio a una determinada raza, religión, orientación sexual o discapacidad. Las víctimas engloban individuos, que conforman 4.793 de los casos, negocios, instituciones y la sociedad en general.
