En el marco de las celebraciones por el Día Mundial de la Salud que se realizará el siete de abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un llamado a los países de las Américas para que tomen atención en este padecimiento considerado como la principal causa de problemas de salud y discapacidad en todo el mundo.
Según recientes estimaciones, más de 300 millones de personas viven con depresión en el mundo y solo en la región de las Américas cerca de 50 millones la padecen lo que representa un incremento del 17% en comparación con 2005.
El mayor obstáculo que enfrenta la lucha contra la depresión es la falta de apoyo a las personas con trastornos mentales y el miedo al estigma y al qué dirán. Estos factores impiden que muchas de estas personas no tengan acceso al tratamiento adecuado que necesitan para vivir vidas saludables y productivas.
"Estas nuevas cifras son un llamado de atención a todos los países para que reconsideren sus enfoques sobre la salud mental y la traten con la urgencia que merece", señaló la doctora Margaret Chan, directora general de la OMS.
La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia persistente de tristeza y una pérdida de interés en actividades que las personas normalmente disfrutan, acompañada de una incapacidad para llevar a cabo las actividades diarias, durante 14 días o más.
"La depresión nos afecta a todos. No discrimina por edad, raza o historia personal. Puede dañar las relaciones, interferir con la capacidad de las personas para ganarse la vida, y reducir su sentido de la autoestima", señaló la Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne. Sin embargo, dijo, "incluso la depresión más grave se puede superar con un tratamiento adecuado”.
Para ello es que se lanzó la campaña anual “Depresión: Hablemos” cuyo objetivo principal es que cada vez más personas con depresión en todo el mundo busquen y obtengan ayuda.
En las Américas, casi siete de cada 10 personas con depresión no reciben el tratamiento que necesitan. "Debemos actuar ahora para cerrar la brecha que separa a las personas con trastornos mentales de los servicios de salud que necesitan", abogó la jefa de la Unidad de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OPS/OMS, Dévora Kestel.