En una sesión histórica que fue seguida por miles de personas en las afueras del Congreso, la Cámara de Diputados argentina aprobó el jueves el proyecto para la legalización y despenalización del aborto.
Los diputados aprobaron por 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención la iniciativa que permite el aborto hasta la semana 14 de gestación y que ahora deberá pasar al Senado para su tratamiento antes de convertirse en ley.
La iniciativa, un objetivo fundamental del movimiento feminista, necesitaba la mitad más uno de los presentes en la cámara para ser aprobada.
La tendencia en el voto fue variando a lo largo de las últimas horas con muy poco margen de diferencia.
Los defensores del proyecto que pasaron toda la noche en las inmediaciones del Congreso celebraron el resultado con gritos, cánticos y saltos de alegría.
Es la primera vez que un proyecto para despenalizar el aborto y legalizar su práctica llega al pleno de una cámara del Congreso de Argentina, el país nativo del papa Francisco, luego de que varias iniciativas se frustraran en instancias legislativas inferiores.
Los legisladores a favor de la práctica abortiva argumentaron que evitará la muerte de miles de mujeres humildes expuestas a complicaciones por abortos clandestinos.
Los que se manifestaron en contra alegaron su formación católica y advirtieron que el aborto legal va en contra del ordenamiento jurídico argentino “que garantiza la vida desde el momento de la concepción”.
Miles de personas de una y otra tendencia se congregaron pacíficamente en sectores distintos cerca del Parlamento durante las 22 horas que duró el debate, considerado uno de los más trascendentales desde el regreso de la democracia en 1983.
Muchos jóvenes pasaron la noche en sacos de dormir y sillas plegables. Varias fogatas fueron encendidas a causa de las gélidas temperaturas de la noche.
En Argentina es ilegal interrumpir el embarazo excepto en los casos de violación y riesgo para la vida o salud de la madre, lo que no impide que hasta 520.000 mujeres, según una estimación del Ministerio de Salud de 2016, interrumpan sus embarazos de forma clandestina anualmente. La cartera reportó además que ese año 43 embarazadas fallecieron como consecuencia de abortos, sin especificar si fueron espontáneos o inducidos.
El proyecto llegó a la cámara baja por el empuje desde hace 13 años de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, un colectivo integrado por unas 500 organizaciones sociales y políticas.
El presidente Mauricio Macri, que se ha manifestado en contra de la interrupción voluntaria del embarazo, se comprometió a no vetar la norma en caso de que sea aprobada.
En Latinoamérica Uruguay, Guyana, Cuba y la Ciudad de México han legalizado el aborto sin restricciones.