La mayoría republicana en la Cámara de Representantes de Estados Unidos propuso extender hasta fines de 2012 un recorte de impuestos a los salarios o impuestos de nómina, que el año pasado fue extendido por dos meses, aparentemente retirando su exigencia de que el recorte tributario sea compensado con recortes de gastos.
Los tres más importantes republicanos en la Cámara Baja emitieron un comunicado conjunto el 13 de febrero, en el que dicen que propondrán una votación sobre la medida esta semana. Sin embargo, sus colegas de partido, muchos de los cuales han sido enfáticos en sus llamados para que se reduzca el gasto del gobierno, tendrán primero que aceptar la propuesta.
La suspensión del pago del impuesto salarial expira a fines de febrero. Las negociaciones entre republicanos y demócratas para extender el beneficio hasta fin de año se han estancado. Ambos partidos se culpan de negarse a aceptar un compromiso.
El recorte tributario afecta el pago salarial de 160 millones de trabajadores estadounidenses. La Casa Blanca dice que si la extensión no se aprueba, subiría en unos $1.000 dólares anuales la tasa de impuestos de esos contribuyentes.