El presidente Donald Trump, dio señales de un potencial cambio en política inmigratoria, indicando que está abierto a una legislación que otorgaría estatus legal a algunas personas que viven en Estados Unidos y proporcionaría un camino a la ciudadanía a quienes fueron traídos ilegalmente al país cuando eran niños.
El tema fue discutido durante un almuerzo que el presidente Trump ofreció este mismo martes a un grupo de presentadores de 18 medios televisivos, entre los que estuvieron representantes de Univisión y Telemundo.
“El momento es el adecuado para aprobar una ley de inmigración siempre y cuando haya un compromiso de ambas partes”, dijo uno de los funcionarios de la administración que estuvo presente en el almuerzo.
Luego de la reunión, periodistas que asistieron al almuerzo como José Díaz-Balart de Telemundo, envió varios tuits confirmando la intención del presidente con respecto a la reforma migratoria.
El funcionario dijo que el presidente estaba planeando añadir el tema a su discurso de esta noche, en el que ya se contempla de manera importante el cumplimiento de las leyes actuales de inmigración y la construcción del muro en la frontera con México, pero al final solo lo tocó tangencialmente y sin detalle.
Si bien el camino a la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados no es parte de las ideas que tiene el presidente, con probable excepción de los “dreamers” — aquellos que fueron traídos por sus padres a Estados Unidos de manera indocumentada cuando eran menores— el presidente Trump piensa que aquellos que no han cometido ningún delito serio podrían quedarse en Estados Unidos legalmente, trabajando, pagando impuestos y sin el temor a ser deportados, según dijo el funcionario.
“Podría ser algo bueno para todos”, apuntó el funcionario. “La gente ya está cansada de debatir el tópico”.
Preguntado sobre la posibilidad de reforma, el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, dijo que si el presidente “tiene una idea, con gusto le echamos un vistazo”.
Pero el líder de la minoría, Chuck Schumer, pareció dudar de sus intenciones, “Él tiene mucho qué deshacer, digo, la comunidad inmigrante tiene miedo y con razón, con lo que ha hecho el presidente Trump”.
En su discurso Trump dijo haber ordenado al Departamento de Seguridad Nacional la creación de VOICE, una oficia para ayudar a las víctimas de inmigrantes criminales.
El presidente tuvo entre sus invitados de esta noche a Jessica Davis y Susan Oliver, las viudas del detective Michael Davis y del alguacil Danny Oliver, dos oficiales de policías muertos en el cumplimiento del deber en 2014 a manos de un inmigrante indocumentado.
Del otro lado, la respuesta en español al discurso del presidente Trump estuvo a cargo de Astrid Silva, una “dreamer" que ha podido abrirse paso gracias al programa de protección contra la deportación aprobado durante la administración Obama.
Trump hizo campaña como un radical en materia de inmigración y prometió construir un muro a lo largo de la frontera Estados Unidos-México e intensificar las deportaciones. Desde que asumió el cargo, algunas de sus acciones de política se han apegado bastante a esas promesas, incluyendo nuevos lineamientos al Departamento de Seguridad Nacional que someterían a deportación a cualquier inmigrante sin permiso de estancia en el país si es acusado o condenado por cualquier delito, e incluso si es sospechoso de un crimen.