El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elogió la construcción de una nueva sección del muro fronterizo entre Estados Unidos y México.
El muro fronterizo se convirtió literalmente en el proyecto emblemático del presidente Trump el miércoles.
El mandatario usó un marcador permanente para firmar una nueva porción de la barrera metálica de color óxido, reforzada con concreto y barras de refuerzo, que se eleva nueve metros en Otay Mesa, un suburbio de San Diego que separa California de Tijuana, México.
"Este muro no se puede escalar. Esto es muy, muy difícil. Y lo que hace el panel en la parte superior, como dije, es estructural, pero también es muy difícil de atravesar por ese panel. Además, está diseñado para absorber el calor, hace mucho calor. La pared, no podrás tocarla", dijo Trump.
El presidente estadounidense desvió las preguntas sobre su promesa de que México pagará el muro y dijo que podría imponer un arancel del 5% a los productos de México para cubrir el costo, pero no quiere hacerlo debido a la cooperación actual del gobierno mexicano.
Explicó que la barrera fronteriza que se está construyendo pretende disuadir incluso a las operaciones de contrabando mejor equipadas.
Analistas dicen que las reducciones en las llegadas a la frontera son una combinación de una mayor aplicación de la ley mexicana, la aceleración de las vías de asilo por parte de la administración Trump con la creación del plan permanecer en México y límites sobre quién puede solicitar asilo, así como los descensos estacionales en la migración en esta época del año.