Donald Trump perdió en Nuevo México por 8 puntos porcentuales en 2016. El año pasado, el partido republicano perdió un asiento en la Cámara baja. La semana pasada, un candidato al Congreso se volvió viral al burlarse del presidente en un anuncio.
Aún así, Trump se dirige a Nuevo México el lunes para un mitin de campaña.
¿Está en juego Nuevo México, un estado que no ha votado por un republicano para presidente desde George W. Bush en 2004?
La campaña Trump argumenta que sí y lo ha expresado - junto con Nevada, Nuevo Hampshire y Minnesota - en la corta lista de estados que Trump perdió en 2016 y está planeando ganar en 2020. Nuevo México es un objetivo especialmente ambicioso para el mandatario.
Bush tenía opiniones favorables mucho más altas por parte de los hispanos", dijo Lonna Atkeson, profesora de ciencias políticas en la Universidad de Nuevo México, quien señaló que George W. Bush derrotó al senador John Kerry hace 15 años al conquistar grandes extensiones rurales del estado. "Era de Texas, no de Nueva York, por lo que tenía más lazos regionales... Trump pinta un retrato muy diferente", indicó.
Atkeson no ve a Trump yendo lejos políticamente en un estado con la mayor concentración de latinos en EE.UU.
Entre los que esperan al presidente en Nuevo México se encuentra el ex agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) Valerie Plame, la principal contendiente en una concurrida carrera primaria demócrata por el Distrito Congresional del norte de Nuevo México. Plame señala que tiene "algunas cosas que resolver" con el presidente en un reciente video.
"Sé cómo funciona Washington, desafortunadamente, y puedo ponerme a trabajar desde el primer día", dijo Plame a The Associated Press. "Me detuve hace mucho tiempo tratando de descubrirlo (a Trump). ¿Quién sabe?"
Trump usó un mitin reciente en Carolina del Norte para tratar de avivar el entusiasmo de los republicanos por Dan Bishop, en vísperas de la estrecha victoria electoral del candidato del Congreso en una votación de aplazamiento después de que los resultados de mitad de período de 2018 se descartaran por preocupaciones de fraude.
Los planes de Trump para el lunes son una reminiscencia de su mitin de campaña en mayo de 2016 en un centro de convenciones en Albuquerque que desencadenó protestas a las afueras del lugar.
Esta vez llegará al estado en medio de un auge de la producción petrolera que ha impulsado el empleo y ha estimulado una ola de gastos del gobierno estatal de la gobernadora demócrata Michelle Lujan Grisham, en educación pública, proyectos viales y reembolsos de impuestos a producciones cinematográficas.
Lujan Grisham ha ridiculizado el muro fronterizo de Trump, mientras que al mismo tiempo retiró a la mayoría de las tropas de la Guardia Nacional de la frontera y demandó al Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. con el fin de recuperar los gastos de los gobiernos locales para albergar y alimentar a los inmigrantes que buscan asilo liberados en ciudades al sur de Nuevo México.
El portavoz de la campaña Trump, Tim Murtaugh, ha dicho que cree que la posición del presidente ha mejorado desde 2016. Le dio crédito a la economía, incluido el hecho de que el desempleo en la comunidad hispana de EE.UU. está en su punto más bajo.