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Trump: "Siempre defenderemos el derecho a la vida"


El presidente de EE.UU. Donald Trump habla a los participantes de la Marcha por la Vida, desde el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca. Enero 19 de 2018.
El presidente de EE.UU. Donald Trump habla a los participantes de la Marcha por la Vida, desde el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca. Enero 19 de 2018.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habló este viernes a los participantes en la cuadragésimo quinta Marcha anual por la Vida, un evento anti aborto en Washington, diciendo que "está realmente orgulloso de ser el primer presidente que está apoyándolos en la Casa Blanca".

Trump habló al evento mediante una conexión vía satélite desde el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, a los miles de activistas antiaborto reunidos en la Alameda Nacional, cerca del Monumento a Washington.

"Bajo mi administración, siempre defenderemos el primer derecho de la Declaración de Independencia, el derecho a la vida!", dijo Trump.

El mandatario destacó las políticas antiaborto de su gobierno, incluyendo las nuevas órdenes emitidas el jueves y viernes de esta semana para crear una oficina del Departamento de Salud y Servicios Humanos que protegerá los derechos religiosos de los proveedores médicos que se niegan a realizar procedimientos que dicen están en contra de sus creencias, una decisión criticada por proveedores de servicios médicos y grupos de derechos humanos.

La segunda orden es la controvertida reversión de las reglas de la era de Obama que protegen los fondos para las clínicas que ofrecen servicios de aborto, como Planned Parenthood.

El presidente Donald Trump en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca dirigiéndose a activistas antiaborto en Washington. Enero 19 de 2018.
El presidente Donald Trump en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca dirigiéndose a activistas antiaborto en Washington. Enero 19 de 2018.

En su discurso del viernes, el Presidente también habló de la creciente alza en el Mercado de Valores y de las tasas de desempleo. Luego llamó al podio a una madre que quedó embarazada a los 17 años y más tarde ayudó a crear una clínica para apoyar a indigentes embarazadas.

"Lo más importante de todo, es el regalo de la vida misma. Por eso es que marchamos y por eso es que rezamos", dijo Trump, quien es el tercer presidente en funciones que se dirige a los antiabortistas. Antes de él, los ex presidentes republicanos Ronald Reagan y George W. Bush, se dirigieron a los manifestantes por teléfono.

La Marcha, que se autodescribe como "el evento pro vida más grande del mundo", tuvo otros oradores como el presidente de la Cámara, Paul Ryan. La multitud recibió como estrella de rock a Ryan, saludándolo con gritos y aplausos. "¡Cuán agradecidos estamos de tener un presidente pro vida en la Casa Blanca!", dijo el republicano por Wisconsin.

"Una cosa que se pierde es cuán compasivo es el movimiento provida", dijo. "Ayudar a las mujeres que han pasado por el dolor del aborto, ayudar a las madres solteras, darles recursos a través de miles de centros de embarazo: esta es la cara del movimiento pro-vida", agregó el legislador.

La marcha marca un aniversario que enfurece a sus participantes: el histórico fallo de la Corte Suprema sobre "Roe v. Wade", que legalizó el aborto en los Estados Unidos en 1973.

Y como alguien que ha dicho que apoya los derechos al aborto en el pasado y que se ha divorciado varias veces, el historial de Trump parecería que no debería impresionar a los activistas cristianos, en su mayoría conservadores.

Pero en una recepción en la Casa Blanca el jueves por la noche, el vicepresidente Mike Pence se dirigió a los líderes del movimiento, describiendo a Trump como "el presidente más pro-vida en la historia estadounidense" y elogió el "extraordinario progreso" de la causa durante el año pasado.

"Saben, durante mucho tiempo he creído que una sociedad puede ser juzgada por cómo se enfrenta a los más vulnerables: los ancianos, los enfermos, los discapacitados y los no nacidos", dijo.

"Realmente creo que llegará el día, debido a sus esfuerzos y oraciones, con mayorías a favor de la vida en nuestro Congreso, con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca, sé que Estados Unidos elegirá la vida, una vez más", agregó.

Pence, quien habló en la manifestación del año pasado una semana después de la toma de posesión de Trump, también destacó los esfuerzos de la administración para promover la causa antiabortista."Ningún paciente debería temer que su propia identidad pueda evitar que reciba la atención médica que necesita", fue la reacción de Planned Parenthood.

Mientras tanto, Louise Melling, subdirectora legal de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, acusó a la administración Trump de "doblar la licencia de discriminación contra las mujeres y las personas LGBT, todo en nombre de la religión".

Después de los discursos, el grupo marchó hacia el este por la Avenida Constitution hasta la Corte Suprema de Estados Unidos.

Antes de la marcha, los grupos antiaborto de la región ofrecieron eventos el viernes por la mañana: multitudinarias misas juveniles llenas de adolescentes que gritaban, una reunión sobre estrategias legales para limitar el aborto y una conferencia en el sótano de un hotel céntrico donde se hacía hincapié en expandir la idea de "pro-vida".

Cientos de personas en la conferencia Evangelicals for Life deambularon sobre los ministerios de prisiones y la atención médica y escucharon a los oradores hablar sobre la importancia de la adopción y el servicio a los refugiados.

Un grupo de unos 50 manifestantes también protestó este viernes frente al Museo Smithsonian del Aire y del Espacio, contra el discurso de Trump. Ellos dicen que creen que la teoría de que la vida comienza en la concepción proviene de la investigación científica sobre el desarrollo fetal y no de la religión.

Portando carteles que decían "Soy una feminista pro-vida", el grupo dijo que quiere que se sepa que el movimiento antiaborto no está solo "formado por curas".

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