Tres beneficiarios del DACA, el programa que protege de la deportación a los jóvenes que entraron a Estados Unidos de forma indocumentada cuando niños, pidieron al presidente Donald Trump que les defienda del “acoso” de los fiscales de una decena de estados que piden eliminar esa protección temporal.
Greisa Martínez Rosas, Angélica Villalobos y Kamal Essaheb, todos ellos "soñadores" como se conoce a los beneficiarios de DACA, pidieron al presidente encarar "con corazón" el programa de su antecesor en la Casa Blanca y cumplir con su promesa anterior de que pueden “dormir tranquilos”.
El peligro de la deportación para ellos resurgió esta semana luego que una decena de fiscales generales republicanos liderados por el de Texas, Ken Paxton y un gobernador, pidieron la eliminación del DACA, amenazando con presentar demandas en los tribunales en caso de que no lo cancele antes del próximo 5 de septiembre.
Los fiscales de Texas, Alabama, Arkansas, Kansas, Luisiana, Nebraska, Carolina del Sur, Tennessee, Virginia Occidental y Idaho, además del gobernador de ese último estado, firmaron una carta dirigida al fiscal general Jeff Sessions en la que dicen que el programa que hasta ahora ha beneficiado a unos 750.000 jóvenes, debe ser abolido.
“Específicamente pedimos que el secretario de Seguridad Nacional anule el memorando del 15 de junio de 2012 de DACA y ordene que la rama ejecutiva no renueve ni emita nuevos permisos de DACA o de la expansión de DACA en el futuro”, dicen los fiscales.
El DACA fue creado en 2012, bajo el gobierno del expresidente Barack Obama, para proteger de la deportación a los jóvenes inmigrantes y les ofrece permisos de trabajo, que a la vez les permite obtener licencias de conducir y otros beneficios.
Los fiscales dicen que en caso de que el gobierno de Trump no anule el DACA, presentarán su demanda en la corte en Brownsville, Texas, donde el juez Andrew Hanen, detuvo antes el programa de Acción Diferida para Padres de Estadounidenses (DAPA) y la ampliación de dos a tres años del DACA.