La administración del presidente Donald Trump no tiene planes de extender las directivas de distancia social por la pandemia de coronavirus que vencen este jueves y en su lugar se está enfocando en trabajar con los estados para reabrir el país.
Los gobernadores de los estados están decidiendo individualmente cuándo y a qué ritmo aliviarán las restricciones a negocios no esenciales, las reuniones de grupos y las cuarentenas en las casas.
Trump dijo el miércoles que las directivas federales emitidas a mediados de marzo irán “desapareciendo”, mientras que su administración consulta con los gobernadores sobre sus planes.
Las autoridades de salud han advertido del peligro de iniciar demasiado pronto el “regreso a la normalidad” deseado por Trump, alegando que podría desatar nuevas olas de infecciones.
Muchos estados ya comenzaron a permitir las operaciones de ciertos negocios con normas de distancia social, como más separación en las mesas de los restaurantes, mientras que otros anunciaron planes de ir aliviando las órdenes de confinamiento en las próximas semanas.
Por otra parte, el gobernador de California, Gavin Newsom, tiene pensado ordenar el cierre de las playas y los parques del estado el viernes, después de que decenas de miles de personas desafiaron las órdenes de quedarse en casa el fin de semana pasado.
Newsom dijo que solo considerará el alivio de las restricciones en California cuando se cumplan varias metas, como la disminución de casos de coronavirus durante dos semanas y la disponibilidad de test para que las autoridades puedan aislar a los infectados y hacer pruebas a quienes tuvieron contacto con ellos.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, dijo el miércoles que la ciudad está expandiendo sus sitios para pruebas para atender a todos los que quieran un test.
"Si usted piensa que tiene COVID-19, quiere confirmar que no lo tiene, ha estado alrededor de personas con síntomas, hágase un test. Podemos ofrecérselo”, dijo Garcetti.