Revirtiendo su resistencia de larga data, la administración Biden anunció este miércoles que enviará 31 tanques M1 Abrams a Ucrania, en lo que es un paso importante para armar a Kiev en sus esfuerzos por recuperar territorios ocupados por Rusia.
Joe Biden, Presidente de EEUU, dijo en la Casa Blanca: “No es una amenaza ofensiva para Rusia. No hay amenaza ofensiva para Rusia. Si las tropas rusas regresaran a Rusia, allí estarán donde pertenecen, esta guerra terminaría hoy."
Se necesitarán meses para entregar los Abrams y entrenar a los soldados ucranianos que lo usarán.
El Pentágono había mostrado reservas sobre cómo Ucrania mantendría estos equipos, pero Estados Unidos llegó a la conclusión de que era necesario enviarlos y así dar la cobertura política que buscaban países como Alemania para enviar sus propios tanques. Joe Biden, Presidente de EEUU, especificó este miércoles: "Estos tanques son una prueba más de nuestro compromiso duradero e incansable con Ucrania y nuestra confianza en la habilidad de las fuerzas ucranianas."
De hecho, este miércoles, el canciller alemán Olaf Scholz anunció que su país enviará 14 tanques Leopard 2 a Ucrania y permitirá que otras naciones envíen los suyos propios, cediendo a semanas de presión nacional e internacional. Olaf Scholz, canciller de Alemania, en el parlamento dijo este miércoles: “Estamos actuando de manera coordinada internacionalmente, para asegurarnos de que este apoyo sea posible sin que los riesgos para nuestro país crezcan en una dirección equivocada por esto.”
Si bien las promesas hasta ahora están muy por debajo de los 300 tanques que Ucrania asegura que necesita para marcar la diferencia contra las fuerzas rusas, el anuncio de Alemania inmediatamente llevó también a funcionarios de Finlandia y otros países a decir que buscarían enviar tanques a Ucrania.
Es una decisión destinada a desbloquear una ola de ayuda más fuerte por parte de Occidente en preparación para una esperada escalada de combates entre Ucrania y Rusia durante la primavera. Moscú dijo que el envío de estos tanques es un plan desastroso y que no cambiará el destino del conflicto. Sin embargo, marca un paso significativo en el suministro de armas cada vez más pesadas de los aliados occidentales a Kiev.