Washington aprobó tentativamente 20 vuelos diarios de aerolíneas comerciales a La Habana desde 10 ciudades estadounidenses.
"Reabrir las relaciones de viaje con Cuba es más que restaurar la libertad de viajar allí para todos los estadounidenses...Es abrir Cuba a nuesvas ideas, nuevos valores y mejorar los derechos humanos que nuestros 50 años de política de aislamiento no pudieron lograr", comentó el senador Dick Durbin, demócrata por Illinois.
El director del Consejo de Seguridad Nacional para Asuntos del Hemisferio Occidental, Mark Feierstein, dijo que el presidente Barack Obama cree que los estadounidenses "son los mejores embajadores de los valores democráticos".
Por su parte el senador Bob Menéndez, demócrata por New Jersey, criticó la decisión indicando que: "Cuba sigue siendo aliado clave de algunas de las organizaciones terroristas más peligrosas del mundo y enemigas de Estados Unidos y sigue albergando a secuestradores y terroristas estadounidenses.
Menéndez destacó además la falta de tecnología y seguridad en los aeropuertos de la Isla. "Tengo serias preocupaciones de confiar (al gobierno cubano) la protección de las vidas de estadounidenses que van o vienen de Cuba", señaló.
El secretario de Transporte de Estados Unidos, Anthony Foxx informó que ocho aerolíneas estadounidenses comenzarán el servicio ida y vuelta a La Habana a partir del otoño boreal desde: Atlanta-Georgia, Charlotte-Carolina del Norte, Houston-Texas, Los Angeles-California, Newark-New Jersey, Nueva York y Miami, Fort Lauderdale, Orlando y Tampa en Florida.
Las aerolíneas autorizadas son Alaska, American, Delta, Frontier, JetBlue, Southwest, Spirit y United.
Los estadounidenses necesitan cumplir ciertos requisitos para viajar a Cuba bajo la ley actual y establecer una de 12 razones oficiales para su visita.
La autorización de vuelos comerciales será revisada antes del otoño para dar un plazo de 30 días a que el público comente.
