Un funcionario estadounidense, que dijo que las mujeres “son la fuerza tras las protestas masivas en Irán”, informó que no sabe si la atleta olímpica iraní Kimia Alizadeh está buscando asilo en Estados Unidos.
Alizadeh, la única medallista olímpica femenina de Irán, afirmó en sus redes sociales a principios de esta semana que había abandonado permanentemente su país porque "ya había tenido suficiente con ser utilizada por las autoridades con fines políticos".
“No sé si está buscando asilo, así que no puedo hablar de eso", declaró el viernes Brian Hook, Representante Especial de Estados Unidos para Irán, cuando la Voz de América le preguntó si EE.UU. le daría la bienvenida a Alizadeh en caso de buscara asilo en este país.
"Gran parte de la fuerza y la energía en las protestas contra el régimen están siendo lideradas por mujeres iraníes", dijo Hook, y agregó que cree que "a muchas más mujeres iraníes les gustaría abandonar la opresión que este régimen representa para ellas".
Irán se sorprendió cuando Alizadeh anunció su deserción a principios de esta semana.
El político iraní Abdolkarim Hosseinzadeh acusó a los "funcionarios incompetentes" de permitir que el "capital humano de Irán huya", según informes de los medios.
Según los informes del New York Post, un viceministro de deportes iraní, Mahin Farhadizadeh, dijo a la agencia de noticias ISNA que Alizadeh desertó para continuar sus estudios "en fisioterapia".
El viernes, Shohreh Bayat, una árbitro de ajedrez iraní que se encuentra en Rusia para el Campeonato Mundial de Ajedrez Femenino, declaró a Reuters que no quiere regresar a casa por temor a su seguridad. Bayat ha sido acusada de violar el código de vestimenta islámica de su país al actuar como juez en un torneo femenino.
La semana pasada estallaron protestas en Irán después de un período de crecientes tensiones entre Washington y Teherán. Estados Unidos mató al comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, Qassem Soleimani, el 3 de enero, e Irán respondió el 8 de enero lanzando un ataque aéreo desde Teherán contra una base iraquí que albergaba al ejército estadounidense. Poco después, un Boeing 737 de la aerolínea internacional ucraniana, que despegaba del aeropuerto de Teherán, se estrelló y mató a las 176 personas a bordo. Tres días después, Irán admitió haber derribado por error el avión, lo que provocó protestas callejeras en Teherán y en otras ciudades iraníes.
Alizadeh, de 21 años, que ganó una medalla de bronce en taekwondo en los Juegos Olímpicos de Río 2016, no reveló su paradero, pero en el pasado había dicho que quería establecerse en los Países Bajos.
Ella dijo que ya no quería "sentarse a la mesa de la hipocresía, la mentira, la injusticia y la adulación".
"Soy una de los millones de mujeres oprimidas en Irán con las que han estado jugando durante años", escribió en las redes sociales.
En un tuit, la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, dijo que "#KimiaAlizadeh, la única medallista olímpica femenina de Irán, ha rechazado la opresión de las mujeres por parte del régimen. Ella ha desertado por una vida de seguridad, felicidad y libertad. #Irán continuará perdiendo mujeres más fuertes, a menos que aprenda a empoderarlas y apoyarlas".
Los medios de comunicación occidentales le habían acreditado a la medallista de taekwondo el "envalentonar a las niñas y mujeres iraníes a empujar los límites de la libertad personal".
En diciembre, Alireza Firouzja, la mejor campeona de ajedrez de Irán, dijo que no jugaría para Irán en un próximo torneo y está lista para renunciar a su ciudadanía debido a la prohibición de competir contra jugadores israelíes.
Saeid Mollaei, un campeón mundial iraní de judo, dejó el país para ir a Alemania el otoño pasado y buscó asilo. Mollaei dijo que había sido presionado para perder deliberadamente en las semifinales en el Campeonato Mundial de Judo 2019 en Tokío para evitar enfrentarse a los israelíes.