La economía estadounidense se desaceleró pronunciadamente de enero a marzo para reflejar solo un crecimiento del 1,1 % anual, a pesar de un incremento del gasto del consumidor, pero se espera que reduzca más por los aumentos de las tasas de interés que afectan las hipotecas y los inventarios.
Las cifras difundida este jueves por el Departamento de Comercio muestran que el producto interno bruto descendió tras crecer 3,2 % de julio a septiembre y 2,6 % de octubre a diciembre de 2022.
A pesar de los resultados, que en gran parte reflejaron menos inversiones de las empresas en los inventarios, se espera que la Reserva Federal aumente las tasas de interés en otro 0,25 % la próxima semana. La Fed ha aumentado la tasa de interés desde marzo pasado de casi cero hasta el actual 4,75 % -5,00 %.
Sin embargo, el gasto del consumidor, que hace alrededor del 70 % de la actividad económica de EEUU, se mantuvo fuerte en el primer trimestre, con un crecimiento anualizado del 3,7 %, su aceleración parcial más rápida en casi dos años.
Aunque la economía no estuvo en recesión en el último trimestre, se espera una recesión en algún momento de este año. La Fed continúa luchando contra una inflación que a pesar de que ha descendido desde máximos de cuatro décadas el año pasado aún está lejos de la meta del 2 % del banco central.
Muchos economistas consideran que el impacto acumulado de los aumentos de las tasas de la Fed aún en toda su extensión y algunos dudan de que las expectativas del banco central de un aterrizaje suave (enfriar el crecimiento lo suficiente para reducir la inflación sin que haya una recesión) no son realistas.
Por lo pronto, el mercado inmobiliario, muy vulnerable a las altas tasas de interés, ha sufrido las medidas, mientras muchos bancos han restringido sus requisitos de préstamos desde la quiebra de dos bancos el mes pasado.
En otro reporte este jueves del Departamento del Trabajo, las solicitudes de beneficios por desempleo descendieron en 16.000 a 230.000 en la semana que terminó el 22 de abril.
Las solicitudes de beneficios por desempleo han aumentado desde marzo, pero no hasta un nivel que puedan hacer sonar las alarmas sobre el mercado laboral, pero el reducido acceso al crédito para empresas y hogares se percibe que está afectando la demanda y pudiera hacer mella en los empleos.
[Con información de AP y Reuters]
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