El acuerdo de cooperación migratorio entre Estados Unidos y Honduras para personas que esperan la revisión de sus solicitudes de asilo y que deben aguardar en un tercer país entró en vigencia el pasado 1 de mayo, lo que ha causado preocupación entre activistas y políticos el país centroamericano.
El acuerdo consigna que Honduras acepta recibir migrantes que sean enviados mientras sus casos sean resueltos por las autoridades federales estadounidenses.
La Voz de América consultó la reacción de funcionarios del gobierno hondureño, entre ellos la canciller Nelly Jerez, que prefirió no emitir opiniones afirmando que el tema se encuentra en otros niveles de la Administración.
En tanto, Mercedes Pérez, integrante del grupo Ayuda al Migrante en Honduras conocidos como “menonitas” explicó que el país no puede cumplir con esta tarea...
“La situación se complica más, debe existir una presión de sociedad civil ante el gobierno de Honduras y Estados Unidos y que estos solicitantes tengan otro trámite y que no sean enviados a estos países ya que no existen condiciones ni para los connacionales y los extranjeros mientras siga esta situación de pandemia”, dijo Pérez.
Por su parte, el diputado oficialista Reynaldo Ekónomo, de las filas del Partido Nacional, dijo que las autoridades deben revisar estos acuerdos vigentes.
“Debemos analizar y revisar bien todo lo firmado porque estos convenios de asilo o retorno debe garantizar la integridad de las personas, no violentar los derechos y su derecho a la movilización ya sea en Honduras, Guatemala o México o Estados Unidos” indica el congresista.
Una de las preocupaciones es si las personas que sean enviadas de Estados Unidos a Honduras llegarán portando un certificado médico, actualmente exigido en Guatemala donde se ejecuta el mismo acuerdo, para garantizar que no estén contagiados con la COVID-19.
Hoy en Honduras los casos confirmados de COVID-19 sobrepasan los mil confirmados cifra que va en aumento.