La Asociación Nacional del Rifle de Estados Unidos (NRA) expresó su decepción tras una reunión en la Casa Blanca para impulsar un mayor control de armas, tras la matanza de 20 niños el año pasado en una escuela de Connecticut.
"Nos decepcionó lo poco que se hizo en la reunión para mantener seguros a nuestros niños y en lo mucho que hizo con una agenda para atacar la Segunda Enmienda de la Constitución, que protege el derecho a poseer armas”, señaló en un comunicado.
La NRA, una influyente organización de cuatro millones de miembros que defiende la posesión de armas, sostuvo que el Grupo de Trabajo de la Casa Blanca pasó la mayor parte de su tiempo en proponer restricciones a dueños legítimos de armas.
"Es desafortunado que esta administración continúe insistiendo en impulsar soluciones fracasadas a los problemas más urgentes de nuestro país", señaló.
"No permitiremos que a los dueños obedientes de la ley se les culpe de actos de criminales y dementes", recalcó.
Indicó que ahora llevará su "compromiso y contribuciones significativas a los miembros del Congreso de ambos partidos que estén interesados en tener una conversación honesta sobre lo que funciona y lo que no funciona".
El vicepresidente estadounidense Joe Biden, quien encabeza el Grupo de Trabajo de la Casa Blanca sobre Violencia Armada, informó que el próximo martes presentará sus recomendaciones al presidente Barack Obama.
Biden se reunió esta semana con distintos grupos a favor y en contra de la posesión de armas, así como con representantes de la industria cinematográfica y la televisión, familiares y víctimas, a fin de buscar un consenso para evitar tiroteos que han costado numerosas vidas.
Defensores y comerciantes de armas acusaron al gobierno de Obama de impulsar soluciones “fracasadas” en el control de armas.