A pesar de la crisis económica, las remesas de dinero que envían los inmigrantes que residen en Estados Unidos a sus familiares en América Latina no disminuirán este año, según un informe difundido por el Banco Mundial (BM).
La región recibió el año pasado 57 mil millones de dólares en remesas, y de acuerdo con el BM este año alcanzarán los 58 mil millones de dólares.
Es más, el informe anticipa que los envíos de dinero por parte de los inmigrantes latinos a sus países de origen seguirán aumentando progresivamente hasta llegar a los 62 mil millones de dólares, en 2011, y a los 69 mil millones de dólares, en 2012.
El país latinoamericano que más remesas recibe de sus emigrantes es México, que este año ha ingresado 22 mil 600 millones de dólares, en tercer lugar en el mundo detrás de India (55 mil millones de dólares) y China (51 mil millones de dólares).
De acuerdo con el informe anual del BM titulado “Inmigración y remesas”, después de México, en Latinoamérica, le siguen Brasil y Guatemala, que se espera que este año reciban, cada cual, 4 mil 300 millones de dólares en remesas.
Los otros en orden descendente son Colombia, El Salvador, República Dominicana, Honduras, Ecuador, Perú y Jamaica.
Especialmente para algunas naciones, los envíos de dinero desde EE.UU. constituyen una fuente económica importante, como son los casos de Honduras, El Salvador, Haití y Nicaragua, donde esos ingresos representan entre el 10 y el 19 por ciento de su Producto Interno Bruto.
El informe corrobora además que las remesas han constituido para los países emergentes un notable medio de financiación externa en época de crisis.
Según el BM, los 10 países que más cantidad de emigrantes “exportan” en América Latina son México, Colombia, Brasil, El Salvador, Cuba, Ecuador, Perú, República Dominicana, Haití y Jamaica.
El reporte coincide con noticias relativamente alentadoras para la economía de EEUU., después que el Departamento de Comercio informó que los inventarios mayoristas subieron en septiembre por noveno mes consecutivo, y que las ventas treparon por tercer mes.
Ambos indicadores son una señal de que las empresas estuvieron anticipando suficiente demanda para elevar sus existencias y que la recuperación económica prosigue, aunque la apertura de nuevos empleos declinó modestamente en septiembre en comparación con el mes anterior.
