El Gobierno del presidente Joe Biden presentará el jueves una nueva y amplia regulación que pretende acelerar la tramitación del asilo y las deportaciones en la frontera entre Estados Unidos y México, cuando un número récord de migrantes está intentando entrar en su territorio.
El anuncio se hace después que autoridades estadounidenses debaten si poner fin a otra política de la era del COVID-19 que ha bloqueado la mayoría de solicitudes de asilo en la frontera y que podría ser contrarrestada por la nueva normativa, dando celeridad a esos trámites.
La norma final sobre el asilo, que entrará en vigor a finales de mayo o principios de junio, autorizará a los funcionarios a aceptar o rechazar solicitudes de protección de los inmigrantes poco después de que crucen la frontera, evitando así los tribunales de inmigración, donde los casos suelen tardar años en ser resueltos por los jueces.
La mayoría de los migrantes atrapados en la frontera suroeste de Estados Unidos proceden de México y Centroamérica, pero cada vez son más los que llegan de lugares más lejanos buscando refugio, incluidos en las últimas semanas los ucranianos que huyen de la invasión rusa de su país, una acción que Moscú califica de "operación militar especial".
"El sistema actual de tramitación de las solicitudes de asilo en nuestras fronteras necesita ser arreglado desde hace tiempo", dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en un comunicado. La cuestión ha provocado ataques de los republicanos que buscan lograr el control del Congreso en las elecciones legislativas de noviembre.Según la nueva norma, emitida conjuntamente por el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Justicia, un mayor número de inmigrantes, incluidas las familias, entrarán en un proceso conocido como "expulsión acelerada" para solucionar los casos más rápidamente. No se aplicará a los niños no acompañados.
Algunos defensores de los derechos de los inmigrantes se oponen al cambio, cuyo objetivo es tramitar los casos en 90 días, por temor a que provoque más deportaciones. Aunque los inmigrantes a los que se les niegue el asilo tendrán otra oportunidad de exponer su caso ante un juez de inmigración, esos procesos también se acelerarán para ser resueltos en tres meses.
Un funcionario del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés), que informó a periodistas el miércoles bajo condición de anonimato, explicó que el nuevo sistema se introducirá gradualmente y se aplicará inicialmente sólo a un pequeño número de migrantes.
Biden ha mantenido un polémico decreto conocido como Título 42, puesto en marcha en marzo de 2020 por su predecesor, Donald Trump, y que permite expulsar rápidamente hacia México u otros países a la mayoría de los migrantes sorprendidos cruzando la frontera para limitar la propagación del COVID-19.
Washington se inclina por poner fin a la orden a raíz de las recientes decisiones judiciales que complican su aplicación, pero no se ha tomado ninguna decisión definitiva ante el inminente plazo de la semana que viene para renovarla, modificarla o ponerle fin.
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