Decenas de inmigrantes salieron a las calles aledañas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de San Francisco para bloquear el paso a un autobús que trasladaba inmigrantes indocumentados rumbo a ser deportados.
“Esto solo es un mensaje de que no vamos a estar aquí sin hacer nada, no vamos a dejar que nuestras familias se vayan”, expresó Luis Avalos, uno de los manifestantes.
“No seguiremos viviendo en la sombra. También estamos dejando aquí nuestro sudor, nuestro trabajo y lo único que queremos es una vida digna y que se nos trate dignamente”, dijo por su parte Lula Reboyoso, una joven soñadora.
Los activistas y jóvenes soñadores protagonizaron actos de desobediencia civil al parar el vehículo e impedir su paso con sus propios cuerpos. Los manifestantes se sentaron en línea adelante y detrás del autobús por aproximadamente dos horas.
Estas acciones son el inicio de una serie de protestas organizadas a nivel nacional para presionar al Congreso y apruebe cuanto antes una reforma inmigratoria integral con camino a la ciudadanía.
De igual manera, este grupo liderado por la Coalición Nacional de Soñadores, espera que el presidente Barack Obama ordene un alto a las deportaciones o extienda la acción diferida a todos los indocumentados como la otorgó a los jóvenes indocumentados que fueron traídos a este país por sus padres.
“Yo he estado en ese autobús anteriormente y recuerdo la impotencia que sentía”, expresó Dean Santos un inmigrante local que enfrentó la deportación, pero ahora está de regreso como dice “con el poder de nuestra comunidad en un esfuerzo por frenar la separación de familias”, agregó.
Después de dos horas de protesta la policía logró convencer a los protestantes que permitan avanzar al autobús, el cual siguió su camino.
Según un manifestante la policía les dijo que podía enfrentar cargos por secuestro.
No se produjo ningún arresto como normalmente sucede porque los manifestantes estaban protegidos por la política de Ciudad Santuario de la ciudad, según reportó un medio de comunicación local.
“Esto solo es un mensaje de que no vamos a estar aquí sin hacer nada, no vamos a dejar que nuestras familias se vayan”, expresó Luis Avalos, uno de los manifestantes.
“No seguiremos viviendo en la sombra. También estamos dejando aquí nuestro sudor, nuestro trabajo y lo único que queremos es una vida digna y que se nos trate dignamente”, dijo por su parte Lula Reboyoso, una joven soñadora.
Los activistas y jóvenes soñadores protagonizaron actos de desobediencia civil al parar el vehículo e impedir su paso con sus propios cuerpos. Los manifestantes se sentaron en línea adelante y detrás del autobús por aproximadamente dos horas.
Estas acciones son el inicio de una serie de protestas organizadas a nivel nacional para presionar al Congreso y apruebe cuanto antes una reforma inmigratoria integral con camino a la ciudadanía.
De igual manera, este grupo liderado por la Coalición Nacional de Soñadores, espera que el presidente Barack Obama ordene un alto a las deportaciones o extienda la acción diferida a todos los indocumentados como la otorgó a los jóvenes indocumentados que fueron traídos a este país por sus padres.
“Yo he estado en ese autobús anteriormente y recuerdo la impotencia que sentía”, expresó Dean Santos un inmigrante local que enfrentó la deportación, pero ahora está de regreso como dice “con el poder de nuestra comunidad en un esfuerzo por frenar la separación de familias”, agregó.
Después de dos horas de protesta la policía logró convencer a los protestantes que permitan avanzar al autobús, el cual siguió su camino.
Según un manifestante la policía les dijo que podía enfrentar cargos por secuestro.
No se produjo ningún arresto como normalmente sucede porque los manifestantes estaban protegidos por la política de Ciudad Santuario de la ciudad, según reportó un medio de comunicación local.