Un juez local en el sur de Texas ordenó a un grupo de partidarios del presidente Donald Trump que no construyan un muro fronterizo privado, en un terreno cerca del río Bravo como tenían planeado.
El juez Keno Vásquez emitió una prohibición temporal el martes contra el grupo We Build the Wall (Nosotros construimos el muro), que recaudó 25 millones de dólares con la promesa de erigir su barda privada. Vásquez convocó a una audiencia el 17 de diciembre a We Build the Wall y su fundador, Brian Kolfage, en Edinburg, Texas.
We Build the Wall anunció en Facebook el mes pasado que iniciaba la construcción en un terreno privado a orillas del río Bravo, que sirve de límite entre Estados Unidos y México. Publicó videos en el cual un capataz de construcción describía los planes para instalar columnas a corta distancia de la orilla.
La ONG National Butterfly Center (Centro Nacional Mariposa), presentó inmediatamente el recurso que dio lugar a la orden judicial. Los oponentes al muro dicen que una construcción privada agravaría la erosión o desviaría aguas de inundación a otras propiedades en una tormenta.
Los planes llamaron la atención de la Comisión de Fronteras Internacionales y Agua, una agencia binacional bajo un tratado que obliga a los dos países a cooperar en cualquier cambio en una orilla que afecte a la otra.
La comisión ha pedido informes a We Build the Wall y Fisher Industries, su socio en la construcción. Kolfage ha dicho que sólo iniciará la construcción cuando la apruebe la comisión.
El centro Mariposa y el grupo ambiental EarthJustice dijeron en un comunicado el miércoles que la construcción del muro privado era “ilegal”.
“La increíble biodiversidad que hay aquí, apoyada y acentuada por 17 años de trabajo e inversiones millonarias, son indispensables para la salud de un ecosistema frágil, pero vital, y requiere protección contra esta incursión ilegal”, dijo el doctor Jeffrey Glassberg, presidente de la Asociación Norteamericana de la Mariposa.
Kolfage no respondió a un pedido de declaraciones.