Estados Unidos incluyó a otras 37 empresas diseminadas por todo el mundo en la lista negra de las señaladas por el Departamento del Tesoro debido a que aportan ingresos al régimen iraní y lo ayudan a evadir las sanciones internacionales contra su programa nuclear.
Las empresas operan desde países tan diversos como Croacia, Alemania y Sudáfrica, y según dijeron autoridades estadounidenses responden a un programa establecido por el régimen iraní para manejar conglomerados de firmas que le proporcionan miles de millones de dólares en ganancias.
Según informó el Departamento del Tesoro, tales empresas tienen nexos con el gobierno de Teherán pero por lo general sus propietarios no son iraníes a fin de evadir las restricciones económicas impuestas al país por estados europeos y de otras partes del mundo.
También dijo que se aprovechan de tasas preferenciales de préstamos concedidos por bancos iraníes y venden activos inmobiliarios, incluidas propiedades confiscadas a iraníes que no residen todo el tiempo en su país.
Las sanciones, entre otras, prohíben a ciudadanos y compañías de EE.UU. tener vínculos económicos con las firmas en la lista negra, y cualquier otra empresa internacional que lo haga se expone a ser excluida del sistema financiero estadounidense.
Durante una audiencia este martes en el Congreso para examinar las sanciones, el subsecretario del Tesoro, David Cohen, destacó que estas han tenido hasta ahora un impacto económico adverso para el régimen iraní.
Las empresas operan desde países tan diversos como Croacia, Alemania y Sudáfrica, y según dijeron autoridades estadounidenses responden a un programa establecido por el régimen iraní para manejar conglomerados de firmas que le proporcionan miles de millones de dólares en ganancias.
Según informó el Departamento del Tesoro, tales empresas tienen nexos con el gobierno de Teherán pero por lo general sus propietarios no son iraníes a fin de evadir las restricciones económicas impuestas al país por estados europeos y de otras partes del mundo.
También dijo que se aprovechan de tasas preferenciales de préstamos concedidos por bancos iraníes y venden activos inmobiliarios, incluidas propiedades confiscadas a iraníes que no residen todo el tiempo en su país.
Las sanciones, entre otras, prohíben a ciudadanos y compañías de EE.UU. tener vínculos económicos con las firmas en la lista negra, y cualquier otra empresa internacional que lo haga se expone a ser excluida del sistema financiero estadounidense.
Durante una audiencia este martes en el Congreso para examinar las sanciones, el subsecretario del Tesoro, David Cohen, destacó que estas han tenido hasta ahora un impacto económico adverso para el régimen iraní.
