El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, ordenó el envío a aguas del Golfo Pérsico de un submarino y un destructor en momentos en que Estados Unidos realiza maniobras militares en la región con fuerzas navales de países aliados.
La agencia oficial iraní de noticias IRNA informó que se trata de un submarino de fabricación rusa, el Tareq-901, y del destructor Sahand.
Durante una visita a la ciudad de Nowshahr, Khamenei dijo a sus altos mandos militares que "las fuerzas armadas deben lograr capacidades para que nadie pueda atacar la sólida barrera defensiva del país y de nuestro querido pueblo de Irán".
Desde que La Unión Europea y EE.UU. impusieron severas sanciones económicas a Teherán para disuadirlo de su programa de desarrollo nuclear, que según se teme tiene fines militares, el gobierno iraní ha amenazado repetidamente con cerrar el Estrecho de Ormuz al tráfico marítimo internacional.
El envío al golfo del submarino y el destructor iraníes coincide con ejercicios navales en la zona de EE.UU., el Reino Unido, Francia y varios países del Oriente Medio precisamente centrados en cómo desminar el Estrecho si Irán decide bloquear el tráfico a buques de petróleo en la importante vía marítima.
Según el comandante Ali Jafari, jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, cuerpo élite de las fuerzas armadas de la República Islámica, no se trata de una maniobra de respuesta ni tampoco de una amenaza de parte de Teherán. “Es un ejercicio defensivo”, dijo.
La demostración de fuerza iraní se produce dos días después de que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, advirtió que Teherán está próximo a alcanzar capacidad para fabricar una bomba nuclear.
La agencia oficial iraní de noticias IRNA informó que se trata de un submarino de fabricación rusa, el Tareq-901, y del destructor Sahand.
Durante una visita a la ciudad de Nowshahr, Khamenei dijo a sus altos mandos militares que "las fuerzas armadas deben lograr capacidades para que nadie pueda atacar la sólida barrera defensiva del país y de nuestro querido pueblo de Irán".
Desde que La Unión Europea y EE.UU. impusieron severas sanciones económicas a Teherán para disuadirlo de su programa de desarrollo nuclear, que según se teme tiene fines militares, el gobierno iraní ha amenazado repetidamente con cerrar el Estrecho de Ormuz al tráfico marítimo internacional.
El envío al golfo del submarino y el destructor iraníes coincide con ejercicios navales en la zona de EE.UU., el Reino Unido, Francia y varios países del Oriente Medio precisamente centrados en cómo desminar el Estrecho si Irán decide bloquear el tráfico a buques de petróleo en la importante vía marítima.
Según el comandante Ali Jafari, jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, cuerpo élite de las fuerzas armadas de la República Islámica, no se trata de una maniobra de respuesta ni tampoco de una amenaza de parte de Teherán. “Es un ejercicio defensivo”, dijo.
La demostración de fuerza iraní se produce dos días después de que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, advirtió que Teherán está próximo a alcanzar capacidad para fabricar una bomba nuclear.