Desde la pasada media noche, y durante 15 días, El Salvador se suma a la iniciativa de Guatemala para cerrar su espacio aéreo a los vuelos internacionales, como una medida para hacer frente a la propagación del coronavirus COVID-19.
La disposición incluye la suspensión de vuelos de deportados bajo el Acuerdo de Cooperación de Asilo (ACA) con Estados Unidos.
El aeropuerto Internacional “San Oscar Romero” está abierto solo para vuelos de carga y de ayuda humanitaria.
Javier Argueta, asesor jurídico de la casa de gobierno justifica así la medida.
“Tenemos que unirnos para cerrar círculos en nuestra frontera a los extranjeros; a nuestros salvadoreños hay que cuidarlos y hay que meterlos en cuarentena, pero a los extranjeros no hay que permitirles entrar, sobre todo de los países hermanos que ya están contaminados".
Las fronteras terrestres también están cerradas, solo se permite el paso de mercancías. El presidente del Congreso Mario Ponce dice que la drástica medida se toma en función del país para la protección contra el COVID-19.
“Yo lamento que nuestros compatriotas que obviamente los agarró esta crisis mundial en los aeropuertos o en los países en los que andaban o trabajando o haciendo turismo, pues al final lamento porque les pasó una situación complicada”.
El cierre de los vuelos comerciales en los aeropuertos de Guatemala y El Salvador ha dejado varados a los connacionales de estos países en distintas naciones.