Debido a que el próximo 12 de febrero Francisco Barbosa finaliza su período como fiscal general de Colombia, el presidente Gustavo Petro presentó hace ya meses sus tres ternadas para ocupar este cargo ante la Corte Suprema, una situación que, según expertos consultados por la Voz de América, ha dejado de manifiesto la tensión entre ambos.
El pasado 25 de enero, los 23 magistrados que componen la Corte Suprema de Justicia se reunieron para elegir a la nueva fiscal, de una terna conformada por las juristas Ángela María Buitrago, Amelia Pérez y Luz Adriana Camargo.
Las tres tenían que obtener al menos 16 votos para ser seleccionadas como la nueva jefa del ente acusador; sin embargo, ninguna obtuvo los votos necesarios, pues 13 magistrados votaron en blanco, señalando que no habían tenido el tiempo para estudiar las hojas de vida de las opcionadas.
La no elección de la nueva fiscal el pasado 25 de enero activó la confrontación política entre el presidente Gustavo Petro y el fiscal general Francisco Barbosa, que se acusaron mutuamente de persecución.
De no ser elegida ninguna de las ternadas, y cuando termine su período como fiscal el 12 de enero, a Barbosa lo sucederá de manera interina su mano derecha, la vicefiscal Marta Mancera.
Esta situación ha sido criticada por el gobierno y otros sectores que ven en Mancera la continuidad del actual fiscal, acusado de ser selectivo en las investigaciones contra personas allegadas al oficialismo, mientras no investiga los casos que involucran a políticos de derecha.
Por su parte, desde la oposición apuntan que el presidente busca interferir en la elección del fiscal presionando a la Corte Suprema, con el fin de torpedear la investigación que cursa en la fiscalía contra su primogénito Nicolás Petro por los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
La VOA consultó a exfiscales y politólogos sobre esta elección del nuevo jefe del ente acusador que enfrenta a los poderes ejecutivo y judicial.
Los 23 magistrados de la Corte Suprema se sentarán de nuevo el próximo 8 de febrero para votar a las tres ternadas, que de no lograr 16 votos, asumirá como fiscal encargada Marta Mancera, que por su cercanía con el fiscal no logra reunir la credibilidad necesaria para el cargo.
“Yo creo que hay unas fuerzas oscuras en Colombia que quieren mantener la vigencia del actual fiscal general de la Nación. Resulta que si la Corte no logra elegir fiscal, la segunda a bordo del fiscal actual asume como fiscal general encargada, y digo que hay unas fuerzas oscuras que no quieren dejar elegir nueva fiscal porque existen en este momento unos procesos en curso contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez”, dijo a la VOA Eduardo Montealegre, exfiscal general de la Nación.
En ese sentido, el también exfiscal general de la Nación Alfonso Gómez Méndez considera que sugerir que el presidente “pretende interferir en la elección del fiscal” y que el propio Francisco Barbosa como los magistrados “quieren” dilatar la elección es insensato.
“Son especulaciones, me parece que es muy difícil porque de ahí a hacer una afirmación, me parece que no es posible porque en el caso del presidente es muy difícil escrutar el alma humana y en el caso de los magistrados cómo pensar que 23 magistrados piensen igual y quieran dilatar el proceso para que no cursen investigaciones contra el expresidente”, apuntó Gómez en conversación con la VOA.
Para el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad El Rosario de Bogotá Mauricio Jaramillo, el protagonismo político del fiscal Francisco Barbosa, juega en contra del proceso de elección de su sucesor, a pesar de que la Corte Suprema cumple con sus tiempos para elegir.
“La personalidad excéntrica del fiscal Barbosa diciendo que él es el mejor fiscal de la historia y el evidente protagonismo político que nada tiene que ver con su función ha terminado por enrarecer y ha hecho que esta elección de la próxima fiscal sea tan polémica, porque todavía no hay elementos de juicio para decir que se trata de una estrategia dilatoria para mantener a la vicefiscal Mancera cuando el fiscal deje su cargo”, explicó Jaramillo.
Por su parte, para Gómez Méndez, pese a que toda esta situación política que se ha generado alrededor del reemplazo del fiscal saliente, los procesos de nombramiento del nuevo fiscal siempre se han tardado y los nuevos fiscales han recibido sus cargos a manos de los vicefiscales debido a que la Corte dentro de sus plazos históricamente tarda en su elección.
“El fiscal en Colombia es elegido de una manera mixta, el presidente hace una terna y de esa terna escoge la Corte Suprema de Justicia, entonces en que han consistido los problemas, que no hay una norma clara que le fije un plazo a la Corte dentro cual deba hacer la elección, eso ha llevado que en la historia de la Fiscalía ha habido casos en los cuales han transcurrido cuatro meses, cinco meses y año y medio en el que se escoge y se posesiona el nuevo fiscal”, indicó.
Por último, agregó que “las confrontaciones entre el presidente y el fiscal” han “ayudado” a enrarecer el ambiente que “no es conveniente para la figura presidencial ni para la fiscalía” porque en el panorama político “de una parte le atribuyen al presidente intenciones en la intervención de la terna” y al fiscal “intenciones en la toma de algunas decisiones” desencadenando en “una situación que nunca debió darse”.
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