El total de víctimas fatales en las devastadoras inundaciones de Brasil se elevó a 800, mientras cientos de personas continúan desaparecidas, en el peor desastre natural que se tenga memoria en el país.
Las autoridades informaron que el número de cuerpos encontrados llegó a 803 en la montañosa región Serrana, al norte de Río de Janeiro.
Las intensas lluvias que se registraron en el área generaron ríos de lodo que arrastraron casas, dejaron automóviles sobre el techo de edificios y miles de personas sin hogar.
El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff asignó cerca de $460 millones de dólares en fondos de emergencia para asistir a las áreas afectadas.
Sin embargo, los sobrevivientes critican a las autoridades del nuevo gobierno de Brasil, por no brindar suficiente ayuda.