Saray Figueredo creció en Los Alpes de El Cementerio, una barriada de Caracas de laberínticas y empinadas calles e improvisadas casas de ladrillo expuesto y techo de zinc. La zona era conocida por sus altos índices de violencia y el control de megabandas hasta una violenta ocupación policial en 2021, que dejó 22 presuntos delincuentes muertos y cuatro agentes del orden. Ha hecho su misión de vida mostrar que hay otro camino posible a sus vecinos. Saray trabaja hoy en Caracas Mi Convive, una organización no gubernamental enfocada en la prevención de la violencia.
En Fotos: Un recorrido a Los Alpes de El Cementerio de la mano de una activista venezolana
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Unas marcas de bala en una reja cuentan la historia de violencia que guarda un barrio enclavado en los cerros de Caracas y que algunos jóvenes tratan de dejar atrás.
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Saray Figueredo creció en El Cementerio, zona de altos índices de violencia y controladas por megabandas, hasta una violenta ocupación policial en 2021.
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Los Alpes de El Cementerio es un barrio enclavado en los cerros de la capital venezolana que conecta con la Cota 905, El Valle y la Carretera Panamericana.
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Saray Figueredo señala las marcas de bala que permanecen en una puerta del sector donde viven.
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Las escaleras también tienen rastros de la violencia.
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La violencia y las drogas controlan la vida de muchos jóvenes que viven en estas zonas.
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Saray Figueredo salía del médico con su hijo de 14 días de nacido cuando su hermano, miembro de una banda delictiva, fue abatido.
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“Siempre esperas que toquen la puerta de tu casa para decir: ‘lo mataron’”, dice a la Voz de America, sentada en lo más alto de su casa.
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A Saray Figueredo la vida y muerte de su hermano mayor la transformó. “A pesar del pasado (…) hemos salido adelante de forma positiva”.
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Lleva cinco años recorriendo callejones, busca y recluta jóvenes mostrando que “hay otro camino posible”.
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Saray Figueredo trabaja en Caracas Mi Convive, una ONG enfocada en la prevención de la violencia.