En tiempos de crisis, la pasión emprendedora de Lisset Verde enfrenta un gran desafío. Cómo poder mantener un nuevo negocio aflote. La venezolana fundó Wuitusu, una tienda de artesanías indígenas colombiano-venezolanas en Los Angeles y ahora está sufriendo, como millones de personas, el impacto económico de la pandemia.
Tuvimos la oportunidad de hablar con ella justo antes de que entrara en vigor una orden de emergencia en California, y posteriormente al cierre obligatorio de negocios no esenciales, como el suyo, para ver cómo está navegando la actual situación.
Verde nos relató cómo fue que nació la idea de abrir su negocio.
"Yo me enamoré de un sombrero Wayú y de un bolso Wayú. Y buscando aquí en Estados Unidos online, los precios no me parecieron muy razonables. Una exestudiante me dice que ella tiene unos amigos que viven cerca de los Wayús y que me podrán comprar el bolso. Chévere!. Y le digo, en vez de un bolso o un sombrero ¿por qué no 12 bolsos y 12 sombreros? y de ahí salió la idea".
Su tienda está llena de colores vibrantes y diseños originales del detallado trabajo de un grupo de mujeres Wayú. Su lema es vender “belleza con consciencia social”.
“Aquí se está ayudando a una comunidad que lo necesita. Cada bolso es hermoso cada cosa que ellos hacen es bellísima, pero también hay mucho de historia de cultura y de ayuda social”, expresa Verde.
"Los colores tienen significados. Los diseños tienen significados. Azul es el cielo y el mar Caribe. El amarillo es el sol y así continúan. Entonces esta gente, los Wayuú, plasman la visión del mundo en un bolso".
Todo tiene un significado en el mundo de esta empresaria, incluyendo el nombre de su tienda, Wuitusu.
"Wuitusu significa verde en el idioma wayuunaiki, porque los Wayús hablan su propio idioma. Lo escogí porque es mi apellido, Verde, además la naturaleza".
Ha sido un proceso de reinvención para la empresaria venezolana, que llegó por primera vez a Estados Unidos con una beca para estudiar biología en 1990. Tras obtener su bachillerato, regresó a Venezuela, donde trabajó como profesora de biología y bióloga en un laboratorio universitario.
Pero su inquietud por expandir sus conocimientos la trajo de nuevo a Estados Unidos, donde hizo una maestría en ciencias ambientales y manejo de personal.
"La idea era regresar a Venezuela a trabajar en la industria petrolera. Pero me enamoré de un turco en Texas y terminé viviendo en Turquía".
Sin poder ejercer su profesión en Turquía, donde vivió varios años, Verde se convirtió en profesora de inglés. Cuando su esposo consiguió un trabajo en Los Angeles en 2006, comenzó una nueva etapa de su vida.
"Siempre, siempre hay cambios. Desde que me vine este país hace tantos años y muy joven, dije si hay una oportunidad, hay que tomarla. Uno aprende, se desarrolla, mientras hace lo que tiene que hacer".
Wuitusu es un negocio nuevo, pero al que Lisset le apostó en grande. Abrió dos tiendas en zonas turísticas de Los Angeles en 2019. Una en Santa Monica y otra en Hollywood, a pasos del teatro donde se realizan los premios Oscar. Le estaba yendo bien, pero sus expectativas de crecimiento se esfumaron con el nuevo coronavirus.
Visitamos su tienda Wuitusu de Hollywood días antes que se emitiera una orden de emergencia en California. Estaba preocupada por la disminución de ventas debido a la baja en turistas, la principal fuente de sus ingresos.
“Habíamos planificado para muchas cosas, pero no para una pandemia mundial”, compartió. Pero en ese entonces, no se imaginó que tendría que cerrar sus puertas.
Hablamos nuevamente con ella semanas después de la clausura temporal de sus tiendas.
“Para mí eso ha sido un luto. Ya pues, ya estoy saliendo de ese luto y me voy a dedicar 100 por ciento a la tienda online”, afirmó.
Verde dice que trata de mantenerse positiva ante la adversidad.
“Esto ha sido un golpe muy fuerte para todos", suspira. "Especialmente para nosotros los que tenemos pequeños negocios que quizás todavía no están muy consolidados, pero hay que seguir adelante y yo espero que en un futuro corto, próximo, mi negocio vuelva a resurgir y esa es la esperanza que tengo”.