Esta es la historia de Serafín Blanco, un cubanoamericano que llegó a Miami en 1967 con 14 años. Levantó su popular negocio de venta minorista en la década de 1990, cuando Estados Unidos recibía uno de los mayores éxodos desde la revoulución de 1959.
¡Ño que barato!: Una tienda en Miami para aliviar la escasez en Cuba
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La tienda ¡Ño que barato! fue abierta en Hialeah, Miami, en la década de 1990. Sus primeros clientes fueron los exiliados cubanos que llegaban por mar en precarias embarcaciones y buscaban objetos de primera necesidad para sus familiares que en Cuba.
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El exiliado cubano, Serafín Blanco, llegó de Cuba con solo 14 años. Tras dedicarse a la fabricación de tejidos, decidió en 1996 instalar su tienda enfocada en las necesidades de sus compatriotas que viven en la isla y sus familiares en Estados Unidos.
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Una enorme imagen de San Lázaro, el segundo santo más popular en Cuba después de la Virgen de la Caridad, recibe a los clientes de este negocio en Hialeah, Miami.
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Banderas cubanas se mezclan con los carteles pintados de amarillo chillón y letras rojas que anuncian los precios.
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La tienda vende lo mismo mercancía importada de China que lo que fabrica con la mira puesta en los clientes que compran para llevar a Cuba.
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Los económicos precios y la venta de mercancía de alta demanda en Cuba son la base de este peculiar negocio basado en Miami.
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Cubanos que llegan de visita a Miami, donde vive la mayor parte de exiliados de la isla en Estados Unidos, pasan por la tienda que recuerda a mercados similares que funcionaron en Cuba en años de menos escasez tras la revolución de 1959.
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La clientela de la tienda !Ño que barato¡ incluye desde personas que se exiliaron hace décadas en EE.UU. hasta jóvenes recién llegados, todos interesados en ayudar a las familias en Cuba.
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La venta de uniformes que usan los escolares en Cuba es quizás una de las mayores rarezas de esta tienda ubicada en Hialeah, la ciudad de EE.UU. donde vive el mayor número de cubanos exiliados.
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Los uniformes escolares que compran los cubanos para sus parientes en la isla son fabricados en Hialeah, Miami.
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Atestados pasillos exhiben desde ropas y zapatos hasta medicamentos en el negocio de Serafín Blanco, en Hialeah, Miami.
