El presidente de Túnez Zine el Abidine Ben Ali, abandonó el país, dejando el poder que ejercía desde 1987.
El primer ministro tunecino, Mohammed Ghannouchi, dijo por la televisión estatal que se hará cargo del poder en el país y que la situación se canalizará siguiendo la vía democrática. Sin embargo, el Ejército ha tomado el control de la situación.
El gobierno de Túnez había decretado estado de emergencia. A partir de dicha declaración, la policía ha sido autorizada a disparar contra los sospechosos que no sigan las órdenes.
También se ha suspendido el derecho a reunión pública, mientras que el ejército ha tomado el control del aeropuerto y el espacio aéreo del país fue cerrado.
La policía tunecina también lanzó gases lacrimógenos a miles de manifestantes que protestan contra la decisión del presidente Zine El Abidine Ben Alí, que resolvió disolver el gobierno y convocar a elecciones parlamentarias anticipadas en seis meses, informó la agencia oficial de noticias, TAP.
Los manifestantes marcharon por Túnez para exigir la renuncia de Ben Alí que finalmente abandonó el país. Se han producido violentos enfrentamientos con la policía que golpeo a los civiles. Otras tres personas murieron como resultado de las protestas, que se suman a los 23 que el gobierno había informado antes.
En tanto las agencias de turismo redoblan esfuerzos para evacuar a los turistas, que en los últimos años asisten masivamente a Túnez para disfrutar del país.