Activistas sirios dicen que las siete semanas de bombardeos por parte de la coalición liderada por Estados Unidos ha matado a por lo menos 860 personas en Siria, la mayoría militantes del grupo Estado islámico.
El Observatorio sirio de derechos humanos dijo el miércoles que esa cifra podría ser mucho más alta e incluyen al menos 50 civiles.
Estados Unidos y una coalición de otras naciones comenzaron a bombardear blancos del grupo islamista en Siria a fines de septiembre, expandiendo su campaña aérea en contra del grupo en Irak, donde los militantes habían tomado largas porciones de terreno en el norte y occidente del país.
A propósito de este tema la Voz de América entrevisto a Joseph El Hage, experto en temas del Medio Oriente, para analizar los alcances de los bombardeos y su impacto en la estructura de los extremistas.
"Hay evidencia de que se ha logrado ciertos avances pero una lucha aérea no gana la batalla en el terreno", dice el experto a tiempo de destacar que estos ataques despiertan cierto tipo de sentimientos de apoyo en organizaciones similares al grupo Estado islámico.
"Hay que tomar en cuenta que los simpatizantes de estos extremistas utilizan cualquier pretexto para mostrarlos como los que tienen la razón y que están siendo atacados por esto", dice El Hage.
Un recuento estadístico divulgado por el Comando Central de Estados Unidos muestra que aviones de la coalición llevaron a cabo 350 bombardeos en Siria y otros 450 en Irak.
Varios de los bombardeos han tenido como blanco el Frente Nusra relacionada a al-Qaeda. El Observatorio sirio, que ha documentado la violencia durante la guerra civil en Siria, dijo el miércoles que 68 miembros de Nusra han muerto en estos ataques.
