Combatientes kurdos en el norte de Siria están recibiendo refuerzos en su batalla contra el grupo Estado islámico en la ciudad fronteriza de Kobani.
Un grupo de unos 50 rebeldes del Ejército Sirio Libre llegó el miércoles a Kobani luego de cruzar Siria y Turquía y se unieron a la lucha en contra del EI después de pasar tres años y medio batallando a las fuerzas sirias, en un intento por sacar del poder al presidente Bashar al-Assad.
Otro grupo de combatientes kurdos iraquíes arribó a un aeropuerto del sureste de Turquía y luego se dirigió hacia la frontera siria bajo escolta de las fuerzas de seguridad turcas. Entre 90 y 100 combatientes peshmerga se unirían a las fuerzas que defienden Kobani, que ha estado bajo asedio desde mediados de septiembre.
Un convoy que transporta otro grupo fuertemente armado también cruzó hacia Turquía por tierra en camino a Kobani.
“Es sobre todo artillería, o armas anti-tanque”, dijo Saleh Moslem, co-presidente del partido Unión Democrática Kurda Siria, según reportó la agencia Reuters. Añadió que las armas son necesarias para contrarrestar el bien equipado grupo islámico extremista.
El gobierno turco acordó la semana pasada permitir que 150 combatientes del Kurdistán iraquí pasaran a través de su territorio.
Aviones estadounidenses también llevaron a cabo cuatro bombardeos en el área de Kobani el martes, mientras las cámaras que se enfocan en el pueblo desde Turquía captaron múltiples explosiones masivas el miércoles junto a los sonidos de los aviones que sobrevolaban y los disparos que se escuchaban.