Militantes del grupo Estado islámico han colocado minas en las ruinas de Palmira en Siria, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, luego de ser capturada hace un mes.
Los explosivos fueron colocados el sábado, de acuerdo al Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que recolecta información de varias fuentes dentro del país.
“No se sabe si el propósito es destruir las ruinas o evitar que las fuerzas del régimen avancen hacia la ciudad”, dijo a la agencia francesa AFP el director del Observatorio, Rami Abadel Rahman.
Un museo en el sitio fue vaciado antes que los militantes llegaran a fines de mayo, a sabiendas que en ataques previos el grupo Estado islámico ha destruido obras de arte y artefactos en su campaña para establecer un llamado “califato” en Siria e Irak.
Sin embargo, las ruinas de la antigua ciudad, también conocida como Tadmur, no pudieron ser reubicadas.
En diciembre, Naciones Unidas dijo que durante los conflictos de Siria –que ahora incluye la violencia de la guerra civil y la provocada por el grupo Estado islámico—más de 300 sitios culturales históricos han sido destruidos, dañados o saqueados.