Las fronteras porosas constituyen uno de los mayores impedimentos para la aplicación de la ley en Centroamérica.
Los gobiernos carecen de recursos para patrullar regularmente las regiones fronterizas, que a menudo abarcan áreas inaccesibles bloqueadas por montañas y selvas tropicales, y son a menudo incapaces de coordinar de manera efectiva con sus vecinos para asegurarse de que ambos lados de la frontera están protegidos.
Fronteras sin protección, junto con los muchos otros desafíos que enfrenta la región, contribuyen al papel de América Central en el tráfico internacional de drogas, y el éxodo continuo de los niños no acompañados que se dirigían a México y Estados Unidos.
Si bien el problema puede aparecer sin solución, proyectos apoyados por la Oficina Internacional de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL) del Departamento de Estado de EE.UU. en la región están buscando nuevas e innovadoras maneras de tomar de nuevo las fronteras.
En agosto, dos unidades antipandillas apoyadas por la INL, la NAGU hondureña y la guatemalteca PANDA, se movilizaron a la región fronteriza de ambos países para rescatar a una madre y sus dos hijos secuestrados en Honduras y por quienes se solicitaba un rescate de $10 millones de dólares en Guatemala.
La operación, llevada a cabo en la ciudad hondureña de Corinto y la ciudad guatemalteca de Aguas Calientes, conectaron ambos equipos financiados por la INL con fiscales, siendo la primera de estas operaciones transfronterizas en dos de los países más afectados por la droga, trata de personas y migración de menores no acompañados.
Otros programas buscan mejorar la eficacia de las operaciones transfronterizas en general.
En septiembre, el gobierno de Honduras realizó una inversión sostenible en la seguridad de esta frontera cuando desplegó el Sistema Nacional Automatizado de Administración de Casos de la Información (NACMIS), una base de datos e interfaz de software para archivar y acceder a antecedentes penales, búsqueda de individuos, registros de armas, y otros datos en el cruce fronterizo de Corinto.
Dentro de las 48 horas de despliegue de NACMIS en Corinto, la policía de frontera hondureña capturó a 12 sospechosos con órdenes de detención pendientes, entre ellos un hombre de 54 años acusado de violar a una menor de edad.
Las detenciones demuestran la eficacia del sistema como una herramienta para los funcionarios de fronteras hondureñas.
La INL colocará terminales NACMIS en la frontera de Las Manos, entre Nicaragua y Honduras; y la frontera El Amatillo entre El Salvador y Honduras, lo que dará acceso a la base de datos NACMIS en los tres pasos fronterizos más transitados de Honduras.