Garantizar los derechos humanos de los migrantes, en especial de aquellos menores de edad, es la base fundamental de la propuesta de resolución presentada por las misiones de Guatemala, Honduras y El Salvador ante la Organización de Naciones Unidas.
La resolución nace del alto número de menores no acompañados provenientes de Centroamérica que llegaron a la frontera sur de EE.UU.
Según Rubén Zamora, embajador de El Salvador ante la ONU, la resolución apunta a proteger los derechos humanos de los menores dada su situación de indefensión, pero además la conecta a las razones por las cuales los niños deciden emigrar.
“Vincula directamente la problemática de migración con los objetivos del desarrollo sostenible que va a ser el centro de todas nuestras preocupaciones del próximo año”, dijo Zamora.
“[Pero además] plantea la tesis de que el problema de la migración, en especial la de los niños, es (…) de responsabilidad compartida entre el país de donde salen, el que atraviesan hasta llegar a su destino”, agregó.
Zamora insistió que el flujo migratorio es un problema de desarrollo y debe ser enfrentado desde esa perspectiva.
A mediados de noviembre, los presidentes de El Salvador, Honduras y Guatemala presentaron en Washington el “Plan para la Prosperidad de los Países del Triángulo Norte de Centroamérica”, con el fin de prevenir las causas que obligan a las personas a salir de esos países por un futuro mejor.
“Estamos ya discutiendo un programa especial para el Triángulo Norte de Centroamérica para tratar las causas del problema”, dijo.
El Salvador, Guatemala y Honduras esperan que la propuesta de resolución sea adoptada lo antes posible por la Asamblea General de las Naciones Unidas y establezca el tema de la migración como una prioridad, a la hora de escoger los objetivos del milenio.
