Los brasileños que se presenten en la frontera sur de Estados Unidos para solicitar asilo tendrán que esperar en México, junto a decenas de miles de otros migrantes que han sido enviados ahí de conformidad con una política del gobierno del presidente Donald Trump establecida hace un año, anunciaron el miércoles las autoridades.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus iniciales en inglés) señaló que ha comenzado a enviar brasileños a México debido al incremento de personas provenientes del país sudamericano que buscan refugio en Estados Unidos.
La dependencia señaló en un comunicado en el que se anunció el cambio en la postura que el número de brasileños que han llegado a la frontera sur se ha triplicado durante el último año. Se unirán a unos 55.000 migrantes que esperan en México a conocer el fallo de sus solicitudes de asilo, decisiones que pueden tomar meses o, incluso, años.
Previamente, los migrantes que se presentaban en la frontera sur o que eran detenidos mientras intentaban ingresar al país a menudo eran liberados bajo palabra en Estados Unidos para esperar la determinación final de un juez migratorio, siempre y cuando cumplieran con los parámetros iniciales de asilo.
El gobierno de Trump comenzó a obligarlos a permanecer en México como parte de un intento de reducir lo que el DHS describe como “migración irregular” hacia Estados Unidos.
Activistas migratorios han demandado al gobierno federal para suspender la medida, conocida informalmente como “permanencia en México”, argumentando que despoja a las personas de su derecho establecido en leyes internacionales a solicitar asilo y les dificulta el proceso debido a los retrasos de las cortes migratorias.
Estados Unidos comenzó a enviar a los migrantes centroamericanos a México el año pasado. En diciembre, el jefe interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza Mark Morgan prometió negar asilo a personas ajenas a la región inmediata, resaltando a migrantes de Haití, Brasil y naciones africanas.