Estados Unidos ha detenido a 2.900 inmigrantes ilegales con antecedentes penales durante una redada de siete días en todo el país.
La oficina de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos confirmó la detención de 2.900 indocumentados en la operación más grande de este tipo en los 50 estados del país.
Los arrestos se producen un mes después de que la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, dijera que se ponía en marcha un nuevo enfoque para detener a los criminales y deportar a los infractores graves de las leyes de inmigración.
Más de 1.200 de los inmigrantes ilegales detenidos en la operación de la semana pasada había recibido múltiples condenas, mientras que 1.600 habían sido condenados por delitos como homicidio, intento de asesinato, secuestro, delitos sexuales contra menores, tráfico de drogas y robo a mano armada.
La operación de ICE, llamado "Check Cruz", junto a varias operaciones similares, se ha traducido en la detención de más 4.500 inmigrantes ilegales condenados desde 2009.
El director de la agencia, John Morton, dijo que la operación subraya el compromiso de la administración Obama en la detención y expulsión de inmigrantes ilegales con antecedentes penales.
Ley de inmigración
En paralelo, se espera el pronunciamiento de un juez federal sobre una demanda interpuesta contra la controvertida ley de inmigración en el sureño estado de Alabama, que permitiría a la policía detener a cualquier sospechoso de ser ilegal cuando sea detenida por cualquier otra razón.
Una coalición de grupos de derechos civiles presentó una demanda colectiva en contra de la medida, diciendo que invita a la discriminación racial y que justificaría cualquier acoso a quien pueda parecer "sospechoso".
El Departamento de Justicia de EE.UU. también ha impugnado el acto, diciendo que estaría en conflicto con las políticas federales de inmigración.