La mayoría de los jueces en la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos señaló el martes que es probable que rechace un intento republicano por derogar la Ley de Cuidado de Salud Asequible, conocida como Obamacare, que proporciona seguro médico a millones de estadounidenses.
En una audiencia en Washington ante el tribunal de nueve miembros, dos juristas conservadores, el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, y el juez Brett Kavanaugh, indicaron que estaban inclinados a unirse a tres liberales en el tribunal para mantener la ley en vigor.
Promulgada en 2010 y con la feroz oposición de los republicanos desde su inicio, la Ley de de Cuidado de Salud Asequible (ACA, por sus siglas en inglés) buscaba incentivar a los estadounidenses para que contrataran un seguro médico privado y al mismo tiempo expandir el acceso de las personas con menos recursos a la atención médica financiada por el gobierno.
Funcionarios estatales republicanos, respaldados por la administración del presidente Donald Trump, afirmaron en la audiencia que toda la ley debería ser derogada ya que el Congreso en 2017 redujo a cero el monto de la multa que los estadounidenses tendrían en caso de no contratar un seguro médico. Es decir, de facto eliminó la obligatoriedad en la que se sustentaba parcialmente la ley.
Pero Kavanaugh, a quien Trump nombró para el tribunal, dijo: "parece bastante claro que el remedio adecuado sería cortar la disposición del mandato y dejar el resto de la ley en su lugar". Roberts dijo lo mismo: "El Congreso dejó intacto el resto de la ley cuando redujo la pena a cero".
Tres liberales de la corte, Stephen Breyer, Elena Kagan y Sonia Sotomayor, también han apoyado la ley.
Uno de los jueces que escuchó el caso fue la jueza Amy Coney Barrett, recientemente nombrada por Trump, cuya confirmación otorgó a los conservadores una mayoría ideológica de 6-3 en el tribunal superior del país. Antes de que Trump la nombrara para un cargo de juez de la corte de apelaciones en 2017, Barrett había criticado a Roberts en una revista de derecho por su voto clave en un caso de 2012 que defendía la constitucionalidad del Obamacare, ya que Roberts veía el pago requerido por no comprar un seguro como un impuesto.
No se sabe cómo podría votar Barrett este nuevo desafío a una ley que ha ganado popularidad a lo largo de los años y cuenta con el respaldo de la mayoría de los estadounidenses, según las encuestas de opinión.
Después de la audiencia en la corte, Joe Biden, que se proyecta como presidente electo del país, dijo a los periodistas que era esencial que la ley permaneciera en vigor, y dijo que ha "salvado a innumerables familias de la ruina financiera".
El demócrata atacó los esfuerzos republicanos para revocarlo como "simplemente cruel e innecesariamente divisivo".
El caso del martes fue presentado por funcionarios republicanos que argumentaron que el mandato del seguro médico era fundamental para la ley y, sin una sanción, todo el estatuto debería ser revocado.
Cuando el Congreso aprobó la ley por primera vez, la justificación de los pagos de multas era que exigir que las personas tuvieran cobertura traería personas más sanas al sistema que pagarían primas sin utilizar muchos servicios, lo que ayudaría a compensar los costos de las personas que necesitaban más atención, incluidas aquellas con dolencias preexistentes a las que previamente se les habría negado la cobertura.
Texas y sus estados socios han argumentado que eliminar el mandato individual crearía un desequilibrio de costos y elevaría injustamente los costos de salud para muchas personas.
El estado de California, de tendencia demócrata, ha apoyado la ley, argumentando que el Congreso, al eliminar las multas en 2017 y mantener intacto el resto de la ley, demostró que no tenía intención de abandonar el estatuto.
Cuando la corte escuchó la impugnación de 2012 al Obamacare, seis jueces actuales participaron en el caso, y los jueces Samuel Alito y Clarence Thomas votaron para derogar toda la ley. Roberts, Breyer, Kagan y Sotomayor votaron para mantenerla.
Los jueces Barrett, Kavanaugh y Neil Gorsuch, todos ellos nombrados por Trump, se han unido a la corte desde entonces.