Dos personas murieron por heridas de bala en la tercera noche consecutiva de protestas en la ciudad de Kenosha, en Wisconsin, provocadas por el caso de un hombre afroamericano baleado repetidas veces por la policía el domingo.
Las protestas del martes por la noche se extendieron hasta la madrugada y los medios de prensa reportaron que los disparos ocurrieron durante una confrontación entre manifestantes y varios espectadores cerca del edificio de la corte de la ciudad.
El sheriff del condado de Kenosha, David Beth, dijo que una de las víctimas sufrió un balazo en la cabeza y la otra en el pecho poco antes de la medianoche. Una tercera persona resultó herida, pero al parecer no de gravedad.
En un video de un teléfono celular publicado en las redes sociales se veía a un hombre disparando repetidamente a una multitud después de caer sobre el pavimento.
Otros videos mostraron escenas caóticas de personas corriendo y gritando entre sonidos de disparos y a otras atendiendo sus heridas.
Las protestas del martes tuvieron lugar después de conocerse que el hombre herido el domingo, Jacob Blake, de 29 años, quedará paralizado de la cintura hacia abajo. Los médicos no están seguros de si la parálisis será permanente.
Sin embargo, su abogado Ben Crump dijo que “sería un milagro” que Blake camine otra vez, porque su médula quedó partida, así como varias vértebras. Otro abogado de la familia mencionó daños en algunos órganos.
La policía hasta ahora casi no ha divulgado información sobre las causas que llevaron al tiroteo del domingo y solo han dicho que estaban respondiendo a una disputa doméstica.
El presidente del sindicato de policía de Kenosha, Pete Deates, pidió a las personas no sacar conclusiones apresuradas sobre el incidente del domingo.
“Como siempre, el video que está circulando no captura todos los detalles de un incidente altamente dinámico”, explicó.
El gobernador de Wisconsin, Tony Evers, duplicó el martes el número de efectivos de la Guardia Nacional desplazados en Kenosha, una ciudad de clase trabajadora entre Milwaukee y Chicago, y declaró un estado de emergencia en el estado.
“No podemos permitir que continúe el círculo (vicioso) de racismo sistemático e injusticia”, dijo Evers en un comunicado. “Tampoco podemos continuar en este camino de daños y destrucción”.
El jefe de bomberos de Kenosha, Charles Leipzig, dijo a la cadena local de televisión que varios incendios que comenzaron durante las protestas dañaron o destruyeron 30 negocios y algunas residencias.
El martes, el sheriff Beth advirtió a las personas que se mantuvieran alejadas de la ciudad y exhortó a los residentes a cumplir un toque de queda que estaría en vigor desde las 8:00 de la noche hasta las 7:00 de la mañana de este miércoles.